El Estudiantes hurga en la herida de la Bruixa D'Or (74-81)

Mientras uno coge aire, el otro se hunde. El Estudiantes volvió a demostrar el buen estado de forma que atraviesan a costa de una Bruixa D'Or de capa caída, que aun intentándolo de todas las formas habidas y por haber, no fue capaz de retomar el vuelo desde que su rival diera un golpe sobre la mesa. Una victoria que vuelve a reflejar la mejora de un equipo que ya da buena cuenta de su fortaleza colectiva donde al margen de las individualidades se ha conseguido mediante un juego plural el involucrar a todos los efectivos en una misma dirección.

En el bando vencedor, destacaron Marko Banic (20 puntos, 4 rebotes), Uros Slokar (19 puntos, 6 rebotes) y Quino Colom (10 puntos, 4 asistencias) mientras que en los locales Max Kouguere (14 puntos), Ramsus Larsen (11 puntos) y Marko Ljubicic (8 puntos, 6 asistencias) tiraron del carro.

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El intercambio de golpes entre uno y otro en los primeros compases nos dejaba sin dominador claro sobre el parqué, ya que apostando ambos por un ritmo alto en los ofensivo, eran los locales quienes intentaban golpear primero aprovechando su fluidez y diversidad en ataque pero siendo siempre contrarrestado por un Uros Slokar entonado. Si bien tras sobrepasar el ecuador campeaba la tormenta, no lo hacía la tónica del encuentro tras irrupción de Kouguere y la consiguiente respuesta de Slokar que dejaba al conjunto estudiantil por delante. (18-19)

Mientras el esloveno seguía viendo el aro como una piscina, la Bruixa D'Or intentaba aguantar el tirón a base de triples, pero no sería suficiente ya que en cuestión de minutos los madrileños tomaban las riendas del encuentro de la mano de un brillante despliegue ofensivo en el que con el equilibrio por bandera casuaban estragos por dentro y por fuera, ahora liderados por un inspirado Marko Banic al que le acompañaba Nogueira como compañero de faenas en la pintura y un Kyle Kuric que ejecutaba desde el perímetro. Más allá de lo que reflejaba marcador, la diferencia radicaba sobre todo en las sensaciones dejadas por uno y otro, donde el Estudiantes daba sensación de control, y sobre todo comodidad una vez llegábamos al descanso. (40-49)

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Si bien las imprecisiones y las defensas se imponían a la salida de los vestuarios, los chicos de Txus Vidorreta mantenían a raya a su rival, marcando su territorio y volviendo a dar buena cuenta de la sobresaliente labor coral. El Manresa estaba contra las cuerdas, y en su contante "quiero y no puedo" para mantenerse al acecho, se encomedaban a un incisivo Ljubicic para responder a las continuas acometidas de un Marko Banic intratable que conseguía consolidar la ventaja a falta de 10 minutos por jugarse. (55-64)

Un triple de Colom seguida de una canasta de Slokar ponía aún más tierra de por medio si cabe en el encuentro. Independientemente de lo voluntarioso de Ramsus Larsen, el Estudiantes permanecía en un incesante suma y sigue con el que hacerse amo y señor de la contienda. Soportando las continuas acometidas rivales, especialmente del danés, impedían que su hegemonía se viera amenazada, porque cuando más tiraba de casta y orgullo la escuadra local para meterse de lleno en el partido, Miso aparecía para volver a poner cuesta arriba el encuentro. Los de Borja Comenge lo intentaban, Markus Eriksson los guiaba, pero no era suficiente para frenar una caída que empeora con la derrota ante un rival directo. (74-81)