Poco se le puede reprochar a uno de
los mejores deportistas españoles de la historia y quizás al mejor jugador
español junto a Gasol de todos los tiempos. El 11 del Barça nos ha deleitado
siempre con noches inolvidables y actuaciones memorables que están archivadas
ya en el disco duro de los nostálgicos. Pero la final, ante el Madrid, fue su
noche más aciaga.
Foto: lavanguardia.com |
Hacía mucho tiempo que no veíamos a
un Navarro tan errático. En 31 minutos de juego hizo solo 5 puntos con unos
porcentajes paupérrimos. 1 de 5 en tiros de 2; 0 de 4 en tiros de 3 y un
inhabitual 3 de 6 en tiros libres. Cogió un rebote y repartió cuatro asistencias,
pero también perdió dos balones y no recuperó ninguno. -3 de valoración.
La aportación de la estrella
azulgrana fue nula y aun así fue el segundo jugador que más minutos estuvo en
pista por detrás de Marcelinho. Abrines, que solo jugó 7 minutos, hizo 7 puntos
y no jugó en los momentos calientes.
El debate es lógico: ¿hay que
mantener a los cracks en pista porque siempre pueden enchufarlas en el momento
más inesperado aunque estén mal o hay que saber cambiar a un jugador que no
está fino aunque se llame Navarro?
La noche más aciaga de La Bomba en
el momento más inoportuno.
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