Llegó la hora de la verdad. Todo lo ocurrido anteriormente ya no importa. Real Madrid y Barcelona afrontan el partido más importante del año con un único objetivo en mente: ser Campeones de la ACB. Los madridistas disponen del factor cancha, tendrán al público de su parte. Los culés, ganan enteros en cuanto a la guerra psicológica. Partido de infarto hoy, a las 22:00h por La 1 de TVE y Orange Arena.
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| Foto: ACB |
La ACB toca techo con el 5º partido de las Finales entre Real Madrid y Barcelona. Al igual que el curso pasado, ambos equipos se lo juegan todo a una carta, con la diferencia de que en esta ocasión, es el Madrid el que dispone del factor cancha. ¿Será ese aspecto decisivo en el devenir del choque?
El Madrid ha ido desinflándose mentalmente a lo largo del playoff. Ganar con comodidad a Blusens y a CAI se ha vuelto en su contra, ya que ante el Barça, varios de sus jugadores clave, especialmente la línea exterior, ha sufrido un bajón preocupante. Rudy Fernández no está siendo líder, Llull no está fino en la dirección y Sergio Rodríguez y Carroll muestran un nivel muy por debajo de lo ofrecido durante el curso. Los merengues dependen de Felipe Reyes y la inspiración puntual de Mirotic, algo que se antoja corto para poder levantar el título.
El Barcelona, dentro de sus posibilidades, ya ha dado el 100%. Con Lorbek muy por debajo de su nivel, Navarro tocado, Marcelinho cansado físicamente y Tomic desaparecido hasta el 4º encuentro, los de Pascual han forzado el 5º ganándose una vez más el cartel de favoritos ante un rival al que tienen comida la moral. Aún así, el Barça sabe de la dificultad de ganarle a los merengues en su casa, por lo que toda precaución es poca.
Si el Madrid juega al nivel que ha mostrado durante 9 meses, debería ser capaz de ganar el partido ante su público. Pero el Barça tiene, ahora mismo, la batalla de la presión ganada, de ahí que se le considere ligeramente por encima de cara al desenlace final. Los blancos necesitan recuperar a su línea exterior, mientras que el equipo catalán tendrá que ofrecer su mejor cara y esperar que Navarro pueda aportar durante el partido. La incertidumbre está servida.
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