El Regal Barcelona visitaba el Pionir de Belgrado con la delicada baja de Lorbek y con el objetivo de asegurarse virtualmente el primer puesto de la clasificación (aunque aún falta jugar contra el CSKA de Moscú). El pabellón estaba lleno a rebosar, con una afición que protestó todas las decisiones arbitrales, silbó a Jasikevicius y ovacionó a Jawai (por su etapa en el club serbio).
Ha sido un partido sin que ningún jugador destacara, sobresaliera o fuera lo suficientemente decisivo como para nombrarlo. Sin ser un partido bonito, la emoción fue máxima. El Barça se llevó una victoria ajustada, trabajada (67-68) y que le permite encarar la última jornada frente al CSKA en el Palau con la tranquilidad de los deberes hechos y pudiendo perder el partido por más de 20 puntos sin sufrir por el primer puesto. El Partizan, sin embargo, está prácticamente eliminado de la Euroliga, otra campaña más.
Ha sido un partido sin que ningún jugador destacara, sobresaliera o fuera lo suficientemente decisivo como para nombrarlo. Sin ser un partido bonito, la emoción fue máxima. El Barça se llevó una victoria ajustada, trabajada (67-68) y que le permite encarar la última jornada frente al CSKA en el Palau con la tranquilidad de los deberes hechos y pudiendo perder el partido por más de 20 puntos sin sufrir por el primer puesto. El Partizan, sin embargo, está prácticamente eliminado de la Euroliga, otra campaña más.
El primer cuarto fue muy malo a nivel de juego. Un 14 a 13 de resultado final da buena prueba de ello. Jasikevicius, Ingles y Wallace salieron de titulares, cuajando una buena actuación, sobretodo el australiano. Los serbios eran muy duros en defensa y Westermann y Lucic eran un malsueño para los azulgranas. Jawai imponía su fuerza bajo los aros y Navarro, cuando salió, se quemó rápidamente por la permisividad de los árbitros.
En los siguientes diez minutos, hubo muchas fases que hicieron relantizar el juego, ver mucha tensión en cada decisión arbitral (2 técnicas al Barcelona y castigo constante al rookie Todorovic) y poco baloncesto. El Barcelona salió muy frío, sin ideas en ataque y blando en defensa. Al Partizan de Belgrado le entraba todo y ponía una distancia máxima de 11 puntos en el marcador. Pascual pedía tiempo muerto para parar la sangría de puntos encajados. Ingles y Tomic se pusieron el mono de trabajo y, con Sada de director de orquesta, redujeron distancias al descanso (30-25).
Tras el descanso, Navarro y Sada se pusieron el equipo a las espaldas y permitieron que los azulgranas le dieran la vuelta al marcador. Desgraciadamente para los de Xavi Pascual, las faltas en ataque y las pérdidas de balón mantenían dentro del encuentro a los serbios. El acierto exterior por parte de los catalanes era inexistente y solo la defensa salía bien. Se encaraban los últimos diez minutos con un marcador igualado de 44-43.
La tónica de partido feo, trabado y con demasiadas interrupciones por faltas seguía siendo la tónica. Navarro cogía las riendas otra vez en ataque y bajo la tutela de Jasikevicius (Marcelinho no tuvo su noche pese a anotar un triple en un momento decisivo), los de Pascual llevaban la iniciativa (tímida) en el marcador. La defensa era muy asfixiante y los de Belgrado se veían sin ideas. El público, por su parte, callaba, viendo como su equipo se iba despidiendo poco a poco de la máxima competición europea. Los últimos cinco minutos (con 48-53 para los azulgranas) parecían plácidos, aunque los serbios no arrojaron la toalla. Westermann anotaba un triple que ponía el 58-56 en el marcador con menos de un minuto de juego. Navarro empató el choque con dos tiros libres y Mickael tuvo el tiro que podría haberle dado la victoria al Barça, pero lo falló. Nos íbamos a la prórroga.
En los cinco minutos extras, la defensa del Barcelona fue sublime y con un Huertas dirigiendo el ataque, los azulgranas rompieron el partido en la pintura con Wallace y Tomic. Otro triple de Gugic volvía a poner el marcador apretado (65-66 minuto 44). Una canasta de los serbios a falta de 30 segundos ponía el marcador cuesta arriba para los catalanes (67-66). Marcelinho, con dos tiros libres al final, puso el 67-68 final que Jawai acabó de ratificar con un tapón espectacular en la última acción que tuvieron los serbios para ganar el encuentro.
Nueva victoria del Barcelona, que sigue invicto en Europa y que juega el domingo frente al FIATC Joventut de Badalona. Un clásico del baloncesto español.
Tras el descanso, Navarro y Sada se pusieron el equipo a las espaldas y permitieron que los azulgranas le dieran la vuelta al marcador. Desgraciadamente para los de Xavi Pascual, las faltas en ataque y las pérdidas de balón mantenían dentro del encuentro a los serbios. El acierto exterior por parte de los catalanes era inexistente y solo la defensa salía bien. Se encaraban los últimos diez minutos con un marcador igualado de 44-43.
La tónica de partido feo, trabado y con demasiadas interrupciones por faltas seguía siendo la tónica. Navarro cogía las riendas otra vez en ataque y bajo la tutela de Jasikevicius (Marcelinho no tuvo su noche pese a anotar un triple en un momento decisivo), los de Pascual llevaban la iniciativa (tímida) en el marcador. La defensa era muy asfixiante y los de Belgrado se veían sin ideas. El público, por su parte, callaba, viendo como su equipo se iba despidiendo poco a poco de la máxima competición europea. Los últimos cinco minutos (con 48-53 para los azulgranas) parecían plácidos, aunque los serbios no arrojaron la toalla. Westermann anotaba un triple que ponía el 58-56 en el marcador con menos de un minuto de juego. Navarro empató el choque con dos tiros libres y Mickael tuvo el tiro que podría haberle dado la victoria al Barça, pero lo falló. Nos íbamos a la prórroga.
En los cinco minutos extras, la defensa del Barcelona fue sublime y con un Huertas dirigiendo el ataque, los azulgranas rompieron el partido en la pintura con Wallace y Tomic. Otro triple de Gugic volvía a poner el marcador apretado (65-66 minuto 44). Una canasta de los serbios a falta de 30 segundos ponía el marcador cuesta arriba para los catalanes (67-66). Marcelinho, con dos tiros libres al final, puso el 67-68 final que Jawai acabó de ratificar con un tapón espectacular en la última acción que tuvieron los serbios para ganar el encuentro.
Nueva victoria del Barcelona, que sigue invicto en Europa y que juega el domingo frente al FIATC Joventut de Badalona. Un clásico del baloncesto español.
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