Foto: Web Oficial Real Madrid |
El Real Madrid se las veía en casa en la segunda jornada de la Euroleague, contando ya con Ibaka dentro de la plantilla, ante un Milan plagado de grandes jugadores como Fotsis, Gallinari o Bourousis, en un partido que tenía todo para ser un gran choque entre dos potentes equipos. El encuentro se iniciaba con la Caja Mágica llenándose de público, poco a poco, con ambos equipos cometiendo imprecisiones constantes y con las defensas imponiéndose a los ataques claramente en la cancha. Con el paso de los minutos, los jugadores se empezaban a entonar ofensivamente, y el Madrid sufría en la dirección de juego con un Sergio Rodríguez que estaba siendo superado por Omar Cook en ambos lados de la pista. La igualdad inicial (10-11 a falta de 3:42) se mantuvo durante todo el primer cuarto, con jugadores como Mirotic y Bourousis en el banquillo por problemas de faltas, y con un Gallinari que se convertía en el hombre más acertado del encuentro manteniendo a su equipo por encima en el marcador. El Madrid no lograba buenos porcentajes de tiro, y el Milan lo aprovechaba cerrando el rebote defensivo y llegando al final del primer cuarto con ventaja (14-18).
El comienzo del segundo periodo cambió la dinámica de juego, con un Madrid más agresivo en defensa y buscando salir rápido a la contra. La entrada de Carroll proporcionó a los de Laso una vía de escape anotadora, y el americano comandó la igualada madridista hasta poner a los suyos por delante (26-25). Entraba Ibaka en cancha, pero el Milan seguía jugando bien en equipo y manteniendo la igualdad en el marcador. Cook y Nicholas empezaron su recital particular en la recta final del segundo periodo, con lanzamientos anotados y numerosos pases a sus compañeros, que llevaron al Milan a tomar una ventaja de 6 puntos, a la que Carroll respondió con un triple para dejar el partido en un 36-39 que prometía una intensa segunda mitad.
El tercer cuarto empezaba de nuevo con imprecisiones por parte de los dos equipos, aunque el Madrid, gracias a dos acciones positivas de Ante Tomic, igualaba el marcador. En ese momento, el partido entró en una fase negativa para el Madrid, con una serie de faltas técnicas a Suárez y Felipe, y con un parcial de Nicholas que llevó a los suyos a tomar una ventaja de 13 puntos que calentó el partido en todos los aspectos. El Madrid tiraba de casta para remontar, y en apenas 2 minutos, los jugadores merengues igualaban el partido con acciones de Rudy, Llull y Tomic, pero especialmente gracias a la intensidad defensiva de todo el equipo. El Madrid llevaba el juego a su terreno, y el Milan resistía, pero los blancos empezaban a ganar la batalla mental a los de Scariolo. El cuarto terminaba con 63-62 para los locales, y con todo por decidir.
El último periodo empezó con igualdad, y con Hairston haciendo daño de nuevo a la defensa madridista. El Madrid no sacaba mayores ventajas en gran medida por el mal porcentaje en tiros libres, tan solo un 47%, y el propio Hairston ponía a los suyos de nuevo uno arriba en el marcador. Se producía entonces un constante intercambio de canastas, hasta que Carroll, con una magnífica serie de tiro, volvía a poner al Madrid por delante, hasta llegar a un +4 que obligaba a Scariolo a parar el partido. Pocius (10 puntos y un gran trabajo) dejaba su sitio a Rudy, y el número 5 sacaba la falta antideportiva a un Hairstom que perdía la cabeza en esos últimos minutos. El Madrid lograba una ventaja cómoda (80-74) para afrontar los últimos minutos, y los blancos conseguían mantener las diferencias para terminar llevándose definitivamente el encuentro por 85-78, logrando la segunda victoria en Euroleague y poniéndose al frente del grupo. Gran partido de Carroll, Rudy, Llull y Begic, los jugadores más destacados por parte del Madrid. Debut de Ibaka, aunque tan solo disputó 3 minutos, y por parte de los italianos, gran baloncesto de Cook y Nicholas, que mantuvieron a los suyos en el partido durante los 40 minutos. Gran partido en líneas generales, con dos equipos que dieron espectáculo, que lucharon al máximo durante todo el encuentro, y con un ambiente de baloncesto gigantesco en la Caja Mágica.