Quedan 3'9 segundos. Pide tiempo muerto el Valencia Basket. Recibe el balón en galo Antoine Diot y anota una bomba frente a una defensa blanca que dejó mucho que desear. La afición se vuelve loca. Unos celebran, otros lamentan. Todos dejan de pensar en el segundo restante salvo tres jugadores: Felipe Reyes, que se encargó de poner el balón en juego; Bojan Dubljevic que trató de defender la jugada; y, Sergio Llul que anotó un triple estratosférico para darle la victoria a su equipo.
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| Foto vía Super Deporte |
Muchos pueden pensar que esto no fue más que un golpe de suerte, y, en cierta parte, lo fue (de hecho, el propio Llull declaró tras el partido que fue 'un churro'). Sin embargo, el atlético base blanco nos tiene ya acostumbrados a este tipo de hazañas. En este mismo partido anotó los últimos ocho puntos de su equipo en un parcial de 2-10 a favor de su equipo, lo que también contribuyó para ganar el partido.
La lista de antecedentes del de Mahón parece no tener fin: también anotó los ocho últimos puntos de su equipo en la semifinal de la Copa del Rey, todos recordamos el triple que le valió a su equipo una Copa frente al Real Madrid entre otros muchos ejemplos. Muchos comparan el triple ante el Valencia Basket con el de Curry ante Oklahoma, sin embargo, lo que muchos no saben es que Llull lleva siendo 'clutch' desde mucho antes del pasado domingo. Desde luego el del domingo no fue una sorpresa.
El base menorquín rechazó el pasado verano pasado un ofertón de los Houston Rockets para quedarse en el club merengue para ganar títulos, y de momento lo está consiguiendo. El conjunto tejano ofreció al base-escolta un total de 21 millones de dólares en tres años, lo que significa que, además, probablemente, contaría con minutos en el equipo. Sin embargo, Llull decidió quedarse en la capital durante al menos una temporada más, en un equipo con el que tiene contrato hasta el 2018.
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