ÚLTIMA HORA

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Tributo a la generación de los 'Júniors de Oro': ¿llegarán a 2016?

Muy pocos ponen en duda que estamos disfrutando de la mejor generación del baloncesto español de todos los tiempos. Un grupo que se caracteriza por la sencillez, la humildad y la sublime calidad colectiva e individual para jugar al baloncesto. Pero la edad pesa. Llevamos más de una década deleitándonos con estos jugadorazos. Esta Copa del Mundo es la oportunidad perfecta para cerrar un círculo dorado que ha pasado al olimpo del deporte español. La pregunta es: ¿estos cracks aún tienen cuerda para rato?
Foto: cadenaser.com
Todo empezó en 1999. Lisboa, 25 de julio. Unos júniors españoles se iban a coronar como campeones del mundo en su categoría. Era el inicio de los Navarro, Reyes, Pau Gasol y compañía. Los 'Júniors de Oro', como pasaron a llamarse, habían sido capaces de superar a los invencibles Estados Unidos. Nadie, absolutamente nadie, sabía en aquellos tiempos lo que iba a suceder después.

Con una selección española ya consolidada, llegó el mundial de Japón 2006. Consiguiendo vencer por la mínima a una Argentina infranqueable, en la otra semifinal se dio la sorpresa. Estados Unidos había caído ante Grecia. Los españoles esbozaban una sonrisa en su rostro. Estaban en la final, y tenían delante a los griegos. Era factible. Aunque todo podía pasar. Con los norteamericanos fuera de combate, la final se miraba con otros ojos. Unos ojos más dulces e ilusionantes. El oro estaba cerca. Y lo conseguimos. El partido fue espectacular, con una España que abrió una de las mayores brechas en el marcador en una final de un mundial de baloncesto. 70-47. De 23 puntos. Nos ascendíamos a la gloria. España entera lloraba. Éramos, nada más y nada menos, que los Campeones del Mundo.

Luego llegaron los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. ¡Unos Juegos Olímpicos en los que teníamos muchas opciones de hacernos con un metal en baloncesto! Qué lejano sonaba eso. Ronda tras ronda, nos plantábamos en la final. Otra vez una final. Selecciones y selecciones caídas por el camino. Haber llegado hasta ahí ya era un hito. Otro más. Pero, esta vez, sí que estaban enfrente los Estados Unidos. Los temidos norteamericanos. En uno de los mejores partidos de baloncesto que se ha vivido en la historia, España obtenía una medalla de plata que sabía a oro. Los nuestros se marcaron un auténtico partidazo, des del minuto 1 hasta el 40. Pero no pudo ser. España volvía a casa muy satisfecha.

La siguiente cita mundialista fue la de Turquía. Todos recordamos aquel torneo con amargura. Sí, exacto, aquel triple de Teodosic. Un jarro de agua congelada a 3 segundos del final. El serbio se sacó un triple de 8 metros que nos dejaba fuera de la competición en los cuartos de final. Quizás fue el tropezón más pronunciado de esta selección, pero ni yo ni ustedes somos nadie para criticarles. Nuestros abanderados regresason a tierras hispanas con la cabeza bien alta. Nos habían ganado los serbios. ¿Qué pasa? No se acabó el mundo. Nos recompusimos. Vaya si nos recompusimos. El siguiente año íbamos a dar mucho de que hablar. Y para bien.

Fue el Eurobasket 2011. Sí, el de Lituania. Cogimos algo de canguelo en la primera fase. Una anfitriona en estado de gracia registraba un 5-0 en la ronda inicial. Mientras, España accedía a seunda fase clasificada como segunda, habiendo ganado 3 partidos y perdido 2. Qué rápido se esfumaron las dudas que los más incautos habían postrado sobre el conjunto español. Victoria tras victoria, volvíamos a estar en una final. Algo normal, pensarán algunos. No fue un camino de rosas. Tuvimos que sufrir muchísimo en semifinales ante Lituania. En su casa, con la afición en contra. No nos pudo la presión. Con los bálticos tumbados, era nuestro momento. Nos esperaba Francia en el partido por el oro. Y les ganamos. Como si el cuento ya estuviera escrito, la 'ÑBA' que causaba furor entre un país que amaba el baloncesto volvió a hacerse con un metal dorado. Nos convertimos en los indiscutibles Reyes de Europa.

Los éxitos de nuestra selección parecían no tener final. Inicio, pero no final. Solo un año después, nos plantábamos en otros Juegos Olímpicos. Esta vez más cerquita. En Londres. Con las mismas ganas de comernos el mundo como las habíamos tenido siempre. Como si de un flashback se tratara, España empezó el torneo igual de mediocre como lo había hecho el año pasado. Rusia y Brasil nos contemplaban desde lo alto de la clasificación. Aunque la tercera posición nos daba acceso a la segunda fase. Y más de una boca, de nuevo, iban a callar. Superada esa parte del campeonato, llegaban los cuartos de final. Primero fue Francia. Luego fue Rusia, ya en semifinales. Y llegó el momento de batirse en una final a vida o muerte. ¿Quién nos esperaba? Adivinen. Efectivamente. Estados Unidos. Reeditando la Gran Final de hacía 4, allá por China, norteamericanos y españoles midieron fuerzas en otra contienda que iba a pasar a los anales del baloncesto internacional. Otra vez nos colgábamos la plata, y sólo podíamos aplaudir la superioridad de los todopoderosos estadounidenses. La mejor generación del baloncesto español seguía haciendo derramar lágrimas de alegría de los españoles, aunque esta vez nos quedamos con las ganas de algo más. El oro no estuvo tan lejos.

Y ya nos plantamos en el año pasado. 2013. Volvía a tocar Eurobasket, en esta ocasión en Eslovenia. ¿Se acuerdan, verdad? Tan solo hace un añito de aquello. Habiendo superado con dificultades las rondas preliminares, España cayó en semifinales ante Francia. 'Les bleus' consiguieron acceder al partido por sucedernos en el trono europeo. No fue nuestro mejor Eurobasket, ni de lejos. Almenos, pudimos defender nuestro honor sacudiendo a Croacia en el partido de consolación, el partido que nadie quiere jugar. España, volcada con su selección, no dejó de apoyarles en ningún momento. Todos los pensamientos ya estaban centrados en la Copa del Mundo del siguiente año. Nuestra Copa del Mundo. En casa, en España.

Ha llegado el momento. Ante nuestro público, nuestra gente, tenemos que demostrar al planeta Tierra quién manda jugando al baloncesto. Porque este grupo se lo merece. Todas las flores que les echamos se las han ganado a pulso. Ganándose nuestros corazones jugando al baloncesto desde la honradez. Y ya hemos visto como han arrancado. Van a por todas. Vapuleando a Irán, Egipto y Brasil, todo lo que se les ponga por delante lo van a competir a muerte. Es la oportunidad magnífica para poner el broche a este maravilloso grupo de jugones, como diría aquél. Y que vengan los Estados Unidos. Aquí les esperamos. Les demostraremos quiénes somos y de lo que somos capaces. ¡A por ellos!

Pero, remontándonos al inicio del artículo, todo tiene un principio y un final. La elevada edad de algunos jugadores empieza a ser evidente. Hay que dejar paso a las nuevas generaciones, que vienen pisando muy fuerte. Este verano, nuestras selecciones inferiores están consiguiendo verdaderas hazañas en campeonatos organizados por la FIBA, colgándose una medalla en la mayoría de ellos. La cantera del baloncesto español es fiable, tanto masculina como femenina, y estamos convencidos que, en los próximos años, irán llegando jugadores que sigan manteniendo en la cumbre mundial a España en plan baloncestístico. Los Gasol, Navarro, Reyes o Rudy nos han hecho brincar del sofá en los últimos años. Y les estamos eternamente agradecidos. Aunque, viendo como están empezando esta Copa del Mundo, se empieza a dudar si éste va a ser el último campeonato internacional en el que van a competir. El seleccionador nacional, Juan Antonio Orenga, aseguró en el día de ayer en Onda Cero que la generación de los 'Júniors de Oro' es capaz de llegar al 100% a los Juegos Olímpicos de Río 2016. ¿Y por qué no? Estos hombres son capaces de todo.

Publicar un comentario

Déjanos tu opinión sobre lo leído.

 
Copyright © 2015 Sentimiento AyN. Diseñado por OddThemes - Publicado por Gooyaabi Templates