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jueves, 17 de abril de 2014

El retorno de Michael Jordan a los Playoffs: Charlotte Bobcats

Celebrando su décimo año de competición en la NBA y el retorno al clásico nombre de "Charlotte Hornets" para la temporada que viene, los Bobcats han logrado trasladar esa fiesta en la ciudad más grande de Carolina del Norte a la cancha y convertido a su equipo en uno de los ocho del Este que jugará la postemporada, la segunda vez en toda su historia. 44-38 ha sido el récord final que ha marcado un equipo dirigido en la cancha por un impresionante Al Jefferson y desde la banda por un ex-asistente reconvertido a uno de los mejores entrenadores del año como ha sido Steve Clifford.

Foto via rantsports

LA TEMPORADA:

Lo cierto es que al comenzar este curso 2013-2014 nadie apostaba demasiado por los Charlotte pese al ambiente de "Tanking" que se vivía en la Conferencia Este, con equipos como Boston, Orlando, Philadelphia o Milwaukee pensando más en el Draft 2014 que en ganar lo suficiente para alcanzar la octava posición y pese al fichaje por tres años y cuarenta millones de Al Jefferson. La mayoría de analistas coincidían en pensar que esta adquisición solo permitiría aumentar las victorias del equipo en unas 5 o 6, poniéndolos en buena situación para conservar su elección para el Draft y así incorporar a un jugador de calibre para asaltar los Playoffs en 2015.

Sin embargo pronto se vio que esa no iba a ser la tónica durante la temporada y los Charlotte lograron mantenerse en baremos cercanos al 50% durante el primer mes, precisamente el que peor jugó un "Big Al" lastrado por varias lesiones. Aún así el equipo pronto tuvo que enfrentar la ruptura del tendón de Aquiles de Jeff Taylor y una mano rota de Michael Kidd-Gilchrist, provocando que la eficacia defensiva se desplomara y el duro trabajo realizado en los primeros cuarenta días de temporada amenazara con derrumbarse. Las predicciones parecían haber acertado de nuevo.

Y entonces sucedió: Al Jefferson se echó al equipo a la espalda. El récord de los Bobcats desde el 1 de enero ha sido de 29 a 21, y el retorno de Kidd-Gilchrist al quinteto inicial no hizo más que incrementar el nivel de juego de una escuadra que había empezado a compenetrarse muy bien. Kemba Walker dio un pequeño paso atrás y comenzó a mejorar su faceta de asistente para encontrar a un Jefferson imparable y cederle las riendas de la anotación. A su alrededor fueron germinando jugadores antaño decepcionantes como Cody Zeller, rookie elegido con el número cuatro, un Chris Douglas Roberts resucitado y Gary Neal, traspasado desde Milwaukee el día del "Trade Deadline".

Jefferson ha sido, por tanto, el eje sobre el que ha orbitado el cambio de los Bobcats. Ha acabado la temporada como el 11º mejor anotador, logrando 21,8 puntos por partido, y ha logrado capturar casi 11 rebotes por encuentro, siendo estos los mejores números de la historia de cualquier jugador de la franquicia de Carolina del Norte, acercándose solo Gerald Wallace en su temporada 2009-2010, con la primera visita a la postemporada de la franquicia. Sin embargo "Big Al" ha tenido un impacto mucho mayor, siendo alabado por multitud de entrenadores y jugadores de toda la liga por la calidad y diversidad de sus movimientos al poste y su manera de convertir a un equipo comparsa en uno verdaderamente peligroso. Esta afirmación es fácilmente probable acudiendo a las estadísticas aunque no podemos dejar de tener en cuenta factores como el miedo que produce en los adversarios y las dobles o triples defensas que atraen, las cuales han permitido a Neal, McRoberts (resucitado para la causa) o Walker bombardear desde lejos los aros rivales.

A partir de enero Jefferson se transforma, una vez superada del todo la lesión que tuvo en noviembre, y se marca un mes de 24 puntos y 12 rebotes por encuentro, bajando a 22,8 y 9,2 en febrero. En marzo sube a 24,7 y 10,6 y en estos 8 encuentros de abril ni más ni menos que 24,5 puntos y 14,3 rebotes. En resumen: desde el All-Star, del que fue muy injustamente excluido según la opinión de casi toda la Liga, promedia 24,5 puntos y 11,4 rebotes con muy buenos porcentajes. Jefferson ha recibido halagos constantes y ha llegado a estar en la "Race to the MVP" durante unos días, ganando además un premio a jugador de la semana y el de mejor jugador del mes de Marzo. No es de extrañar que la franquicia creara esta simpática campaña para promocionar su candidatura a Mejor Jugador del Campeonato:


Con estas credenciales se presentan los Charlotte en la séptima posición del Este, tras una gran serie de victorias truncada por una desafortunada derrota ante los Celtics que los ha privado de la sexta plaza y un duelo más asequible contra Toronto. Una de las mejores defensas de la liga y el mejor anotador interior, junto a DeMarcus Cousins, del campeonato. Los de Carolina del Norte sacan mucha fuerza de su química y de la piña constante que forman los jugadores, en un vestuario sin grandes egos y que ha recuperado para la causa a jugadores que parecían carne de 12º jugador como Douglas Roberts o Josh McRoberts (gigantesca temporada la suya). Nadie apuesta por que den la sorpresa, pero para ellos el simple hecho de estar aquí representa una victoria.

LA ELIMINATORIA:

Aquí sí que hay malas noticias para los Charlotte: el rival en primera ronda será el vigente bicampeón, Miami Heat, que ha vencido a los Bobcats en todos sus encuentros durante la temporada regular, incluyendo aquel partido de infausto recuerdo para los aficionados a la franquicia de Jordan cuando LeBron anotó 61 puntos. Es un rival al que nadie quería y que Wizards y Nets han logrado evitar, pero tiene una gran ventaja para un equipo en pleno crecimiento y de un mercado pequeño: tendrá cobertura a nivel nacional e internacional de seguro, lo cual puede redundar en beneficios para la franquicia si consiguen dar la sorpresa y arrebatar algún partido a los de Florida.

La primera clave de esta eliminatoria va a estar en el juego interior, donde los Heat no tienen nada capaz de parar a Al Jefferson. El pívot, espoleado por la gran temporada que ya se ha comentado, probablemente pueda irse sin problemas a más de 25 puntos por encuentro contra un Frontcourt sin soluciones contra jugadores de este calibre, pero lo que debe preocupar a los Charlotte no es esto, sino el juego exterior, donde pierden claramente ante la superioridad que crean los jugadores de los Heat y su gran capacidad robando balones y anotando fácil al contraataque.

El segundo punto importante es la presencia de un LeBron James al que el especialista defensivo del equipo, Kidd-Gilchrist, no ha logrado parar nunca, y que pese a haber tenido una temporada algo peor que la anterior (Y lidera a su equipo en muchos apartados estadísticos) "El Elegido" parece haberse estado reservando para la parte más importante del año. LeBron es totalmente imparable y capaz de anotar de muchas maneras y una defensa demasiado férrea sobre él puede provocar que la batería de tiradores de Miami se quede sola y destroce a Charlotte desde el perímetro. Atentos a los Pick and Roll, donde Al Jefferson es un mal defensor y Kemba ha sido bastante incapaz de cubrirlos con eficacia desde su lesión.

El tercero, y no menos importante, es la experiencia, y aquí de nuevo gana Miami merced a un equipo que ha llegado a tres finales consecutivas y que ha conquistado dos anillos frente a equipos tan potentes como los Thunder o los veteranísimos Spurs (Que a punto estuvieron de sorprenderlos). LeBron, Allen, Wade y Bosh llevan a sus espaldas muchos encuentros en la postemporada y prácticamente todo el equipo es el mismo bloque que ha conducido a la gloria a los de Florida desde "The Decision" en aquel ya lejano verano de 2010. Por su parte Charlotte tiene a una legión de jugadores jóvenes o secundarios que apenas sí que han llegado en alguna ocasión al momento en que verdaderamente aprietan las gradas, los marcadores son apretados y cada bola perdida puede suponer un salto directo hacia el abismo. Si hay algún partido igualado todo apunta a que Miami tiene muchas más posibilidades de llevárselo.


La predicción es clara: Miami tiene todas las papeletas para ganar. Sin embargo en la franquicia de Carolina del Norte se sueña con dar una gran despedida al nombre de "Bobcats" arrebatando uno o dos partidos en el Time Warner, el gran bastión de los Charlotte, y encomendándose a los sistemas defensivos de Steve Clifford y la habilidad en el juego interior de Al Jefferson. El equipo necesita estar intenso los 48 minutos de cada encuentro, apretar los dientes en defensa y utilizar tanto la anotación interior como toda la atención que va a recibir "Big Al" para que los encargados de castigar a los Heat desde el perímetro tengan blancos fáciles. Si por alguna inesperada concatenación de acontecimientos logran eliminar a Miami esperarían en segunda ronda o Raptors o Nets...y esa eliminatoria parecería mucho más asequible. Hay ilusión en Carolina del Norte.


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