Sufriendo más de lo esperado, tuvo que ser el talento individual, especialmente de Sonny Weems, el que sacara las castañas del fuego para los de Ettore Messina, que finalmente supieron sobreponerse a las continuas acometidas de un voluntarioso Panathinaikos que echó de menos la determinación de Diamantidis en los momentos más calientes y la contundencia de Lasme bajo los aros tras su expulsión.
La eficacia y labor coral rusa imponen su ley
El PAO remonta el vuelo
Si bien el conjunto heleno amenazaba con cambiar la tónica a la salida de los vestuarios, los locales mantenían la compostura gracias al talento individual que por el momento aguantaba los intentos de retomar el vuelo. Khryapa tiraba del carro, pero el atasco en ataque seguía siendo evidente lo que aprovechaba un Maciluis omnipresente para seguir recortando diferencias de manera ya notable. A base de triples, los de Alvertis estaban ahí pero justo cuando Fotsis aparecía para consumar la remontada Frizdon respondía para seguir por delante a falta de 10 minutos por jugarse. (58-56)
Weems como juez en un final de infarto
Con el partido más abierto que nunca, el intercambio de golpes nos dejaba sin un dominador claro pero si con un aumento de ritmo que reflejaba la agresividad de uno y otro para dar un golpe sobre la mesa. Pero pronto las defensas de uno y otro se impondrían con una igualdad imperante, exigiendo al máximo en cada ataque donde cada canasta valía su peso en oro. Sin embargo, ante el alto nivel físico requerido en la contienda, era el PAO quien a base de casta se ponía por delante conforme llegábamos a la recta final en un partido donde el parqué se hacía tiempo ya que se había convertido en un campo de batalla. Fue entonces cuando una vez más, Sony Weems salía al rescate de los suyos y echándose el equipo a las espaldas de forma heroíca devolvía la igualdad cuando más contra las cuerdas se encontraban. Dos tiros libres de Hines sacaban partido de los anteriores fallos desde la personal de Gist para poner las tablas en el luminoso, pero ni Diamantidis ni después Aaron Jackson eran capaces de cerrar el encuentro por lo que llegábamos a la prórroga.
Si ya la pelea no daba relajo alguno, en la prórroga la lucha se intesificaba así como la tensión que se palpaba en el ambiente. Sin embargo, como ya había sido en el último cuarto, la escuadra moscovita echaba mano de su superioridad en el rebote tras la expulsión de Lasme para intentar marcar su territorio. En un visto y no visto, con Weems como adalid ofensivo indiscutible, el CSKA conseguía decantar la balanza hacia su lado ante las constantes imprecisiones de un Panathinaikos sin ideas ni acierto en ataque, sucumbiendo en un partido que tuvieron en su mano. (77-74)
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| euroleague.net |
Sin demasiado brillo, pero con eficacia, el CSKA pronto empezaría a abrir brecha gracias a un Kyle Hines entonado, que imponiendo su ley en la pintura maniataba al conjunto visitante, que ante sus problemas para anotar se apoyaban en su solidez defensiva para seguir con vida. A pesar de que Aaron Jackson irrumpía para ponerle una marcha más al enfrentamiento, la solvencia de Maciulis y el liderazgo de Zach Wright lo contrarrestaba para continuar al acecho. (21-14)
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| basketexpress.net |
Wright volvía a coger las riendas de los suyos y ayudado de la actividad de Lasme en la pintura, esperaban su oportunidad mientras Frizdon respondía a los embistes a los que se unía un enérgico James Gist. Ante la falta de ideas y la espesura en ataque, Messina encontraría su solución en un inspirado Khryapa para aprovechar la falta de lucidez de Diamantidis. Aun con todo, era la pluralidad rusa la que compensaba la tenacidad rival para irse con ventaja al descanso. (40-33)
El PAO remonta el vuelo
Si bien el conjunto heleno amenazaba con cambiar la tónica a la salida de los vestuarios, los locales mantenían la compostura gracias al talento individual que por el momento aguantaba los intentos de retomar el vuelo. Khryapa tiraba del carro, pero el atasco en ataque seguía siendo evidente lo que aprovechaba un Maciluis omnipresente para seguir recortando diferencias de manera ya notable. A base de triples, los de Alvertis estaban ahí pero justo cuando Fotsis aparecía para consumar la remontada Frizdon respondía para seguir por delante a falta de 10 minutos por jugarse. (58-56)
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Con el partido más abierto que nunca, el intercambio de golpes nos dejaba sin un dominador claro pero si con un aumento de ritmo que reflejaba la agresividad de uno y otro para dar un golpe sobre la mesa. Pero pronto las defensas de uno y otro se impondrían con una igualdad imperante, exigiendo al máximo en cada ataque donde cada canasta valía su peso en oro. Sin embargo, ante el alto nivel físico requerido en la contienda, era el PAO quien a base de casta se ponía por delante conforme llegábamos a la recta final en un partido donde el parqué se hacía tiempo ya que se había convertido en un campo de batalla. Fue entonces cuando una vez más, Sony Weems salía al rescate de los suyos y echándose el equipo a las espaldas de forma heroíca devolvía la igualdad cuando más contra las cuerdas se encontraban. Dos tiros libres de Hines sacaban partido de los anteriores fallos desde la personal de Gist para poner las tablas en el luminoso, pero ni Diamantidis ni después Aaron Jackson eran capaces de cerrar el encuentro por lo que llegábamos a la prórroga.
Si ya la pelea no daba relajo alguno, en la prórroga la lucha se intesificaba así como la tensión que se palpaba en el ambiente. Sin embargo, como ya había sido en el último cuarto, la escuadra moscovita echaba mano de su superioridad en el rebote tras la expulsión de Lasme para intentar marcar su territorio. En un visto y no visto, con Weems como adalid ofensivo indiscutible, el CSKA conseguía decantar la balanza hacia su lado ante las constantes imprecisiones de un Panathinaikos sin ideas ni acierto en ataque, sucumbiendo en un partido que tuvieron en su mano. (77-74)
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