El Valencia Basket sigue vivo tras vencer en Varese (62-94)

Los hombres de Perasovic fueron conscientes desde el primer momento de la importancia del encuentro. La necesidad imperiosa de conseguir una victoria convertía el enfrentamiento en un "todo o nada" que les colocaba una presión que podía hacer estragos. 

Pero nada más lejos de la realidad, ya que al igual que estamos viendo en la competición doméstica, el combinado taronja sacó a relucir su mejor versión, solventando con contundencia una victoria que les permite poder jugarse la clasificación la próxima semana ante el ASVEL Villeurbanne.

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Independientemente de que fuera el conjunto lombardo el que tomara las riendas del encuentro en los primeros compases, poco tardarían los visitantes en devolver la igualdad al marcador de la mano de un Doellman que se entonaba por momentos. Era precisamente el juego interior taronja el que llevaba el peso del equipo, frente a una pluralidad ofensiva del Varese que conseguía mantenerles por delante al término del primer cuarto (18-17).

La irrupción de Adrian Banks por parte de los locales parecía poner un punto de inflexión en el encuentro, hasta que la figura de Doellman (10pts), sin pasar por alto las de Pau Ribas o Dubljevic, contestaba a la fuerte acometida rival, que conforme pasaban los minutos veía como era el Valencia quien imponía su ley sobre el parquet, especialmente bajo los aros, donde demostraba su superioridad. Tanto fue así, que nos íbamos a los vestuarios con un 27-39 en el luminoso que mostraba el dominio de los de Perasovic en este segundo período. El parcial de 10-23 hablaba por sí sólo.

Aunque la dupla Banks-Hassel amenazaba con darle una vuelta de tuerca al partido, el combinado valenciano no dejó de pisar el acelerador, haciendo gala de una fluidez ofensiva envidiable, así como de un acierto difícilmente contestable que no hacía más que aumentar las diferencias. Todos aportaban, y si bien es cierto que el rival no daba con la tecla para frenar la sangría, estábamos disfrutando de una exhibición en todos los aspectos del Valencia Basket, quien se iba al último cuarto con una cómoda ventaja a sus espaldas (49-65).

La tónica del encuentro no cambió un ápice una vez llegados a los últimos 10 minutos del envite. El estado de gracia de los taronja era digno de ver, y aunque la labor coral ofensiva seguía siendo el pilar de este equipo, no se podía pasar por alto las actuaciones de Dubljevic, Pau Ribas, Lischuk, o el ya tanta veces nombrado Doellman, que ya se había sentado en el banco dando oportunidad a los menos habituales. El partido estaba decidido, pero las diferencias entre uno y otro eran cada vez mayores, siendo testigos de un vendaval implacable, en el cual la voluntad de Hassel, Banks o Sakota no tenían recompensa alguna. De esta manera, el Valencia lograba una contundente victoria que les permite seguir vivos en Eurocup (62-94).