Hay jugadores en la NBA que cambian de equipo por dinero, sin tener en cuenta que quizás pierden opciones de conseguir un anillo. El caso de James Harden es el último de una larga lista que también se podría hacer en el fútbol.
La barba más conocida de la NBA tenía un rol importante en Oklahoma. Fue el mejor sexto hombre de la temporada pasada promediando casi 20 puntos por partido y haciendo actuaciones estelares en los Playoffs. Sin embargo, muchos decían que en los Thunder no podía explotar más todas sus virtudes al ser la tercera opción tras Durant y Westbrook.
Como todos sabemos, se fue a los Rockets, que le ofreció el salario máximo para encabezar un proyecto en el que también está Jeremy Lin. En los dos primeros partidos de Liga, Harden fue decisivo en las victorias de Houston con 37 puntos ante Detroit con un 14/25 en 44 minutos y con 45 puntos en el triunfo ante Atlanta con un espectacular 14/19 y 15/17 en tiros libres.
La producción de Harden fue brutal en los dos primeros encuentros: 82 puntos, 14 asistencias y 13 rebotes con unos porcentajes geniales: 28/45 en tiros de campo, 6/16 en triples y 20/23 en tiros libres. Según ESPN sólo Michael Jordan (fue el último en lograrlo en 1986) y Wilt Chamberlain (en tres ocasiones) superaron los 82 puntos en los dos primeros partidos de la temporada de James Harden.
Lamentablemente, tras ser designado designado MVP de la Jornada en su debut y MVP semanal, Harden ha experimentado un ligero bajón en su nivel de acierto en tiros de campo. En los tres últimos partidos, que se han saldado con derrota, Harden ha anotado 24, 15 y 18 puntos pero sus porcentajes de tiro se han resentido: 8/24, 5/15 y 4/18 con un total de 2/17 en triples.
Evidentemente los registros que había establecido hasta entonces eran demasiado buenos, pero Harden quizás no es una estrella como Houston pretende que sea. Es un excepcional jugador de baloncesto, pero quizás su rol en Thunder ya era el correcto. El mejor ejemplo que hay es el de Ginóbili. El argentino ha sido toda su carrera el tercero de Spurs, tras Duncan y Parker, y no por eso ha sido menos reconocido su calidad como jugador. Ha sabido asumir su rol y ha ganado cuatro anillos.
Quizás Harden, por pensar en dinero, no gana nunca uno. Estaba en el equipo idóneo para conseguirlo.
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