Victoria del Panathinaikos ante el Real Madrid en un partido que los locales supieron llevarse a su terreno desde el primer minuto, imponiendo su ritmo y anulando las principales virtudes de su rival. El Madrid encaja su segunda derrota europea de la temporada, aunque se mantiene en lo alto del grupo a pesar del mal partido de hoy.
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| Foto: ACB |
El partido arrancaba con muchas imprecisiones en ambos lados de la cancha, con el Madrid adelantándose en el marcador con Begic y Mirotic activos, pero cometiendo errores constantes en el lanzamiento, lo que ayudaba a los locales a igualar el marcador con buenas acciones de Maciulis y Ukic. Suárez y Panko acertaban desde la línea exterior, mientras que Schortsanitis cometía dos faltas personales que le mandaban al banquillo nada más salir, circunstancia que ayudaba a que el Madrid tomase algunos puntos de ventaja gracias a un triple de Mirotic y un tiro libre de Slaughter. El primer cuarto finalizaba con un resultado de 12-16 para el Madrid, en lo que estaba siendo un partido intenso pero lento.
Ukic creaba problemas a los madridistas con penetraciones que rompían la defensa merengue, igualando además el partido desde la línea de tiros libres, colocándose los griegos por delante con un mate de Bramos. El Madrid entraba en un momento de confusión con varios ataques precipitados que provocaban que el Panathinaikos lograra marcharse por cuatro puntos (25-21), momento en el que Laso pedía tiempo muerto para frenar el periodo errático de su equipo. El Madrid no era capaz de recuperar terreno, y los locales cada vez se sentían más cómodos ante las constantes pérdidas de balón de su rival, aunque un momento de inspiración de Suárez, con dos triples, y de Rudy, con otro tiro de tres, apretaban el marcador al descanso, dejando la diferencia en 42-35 al marcharse los jugadores al vestuario.
Los locales continuaban controlando el juego en el inicio del tercer periodo, sacando 14 puntos de ventaja al Madrid con un parcial importante de inicio ante el mal juego madridista. Los de Laso no encontraban su lugar, dependiendo constantemente de las acciones individuales de los exteriores, mientras que el Panathinaikos encontraba buenas soluciones ofensivas con Bramos y Ukic muy entonados. Diamantidis colocaba a los suyos con la máxima diferencia a falta de 01:30 para en final del cuarto, reaccionando ligeramente el Madrid por medio de un batallador Slaughter, llegando el intermedio entre cuartos con un marcador de 65-52.
El último cuarto empezaba en la misma línea, con el Madrid cometiendo errores y el Panathinaikos aprovechándolo para distanciarse. Llull lograba un 2+1 para apretar un poco el marcardor, en un momento crítico del partido, faltando cada vez menos para el final y continuando los dos equipos con un ritmo de partido lento y trabado. Los locales aprovechaban su mejor disposición en el encuentro para terminar llevándose el partido con una gran recta final de partido de Panko y de Lasme, finalizando el encuentro con un marcador de 79-68 en lo que significó la segunda derrota madridista en la presente Euroleague.
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