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viernes, 21 de septiembre de 2012

Golden State Warriors 2012/2013. Renovarse o morir


El traspaso de Monta Ellis a los Milwaukee Bucks marcó un punto de inflexión en el devenir de los Golden State Warriors, una franquicia en horas bajas a la que, sin embargo, se le presupone un futuro de más relevancia que el presente anodino y mediocre que ha tenido durante los últimos años. No fue algo fácil: Ellis llevaba desde el 2005 en Oakland y liderado a los Warrios prácticamente desde su segunda temporada, demostrando que era un jugador excelente en ataque y compensando sus carencias físicas y su mala defensa, mezcla de indolencia a unas veces y de incapacidad de aguantar al oponente en otras.


Con la llegada de Stephen Curry en el 2009 parecía que la cosa iba a mejor: los Warriors juntaban a uno de los mejores escoltas de la liga con el director de juego más prometedor del momento, que aunaba destreza para dirigir el equipo con una muñeca excelente heredada de su padre, Dell Curry. Pero la mala estrella de los Warriors seguía ahí: no lograban clasificarse para los PlayOffs, los récords de la temporada regular no eran nada buenos y, además, la defensa del equipo era francamente deficiente. Todo esto unido a los problemas con las lesiones de Curry hizó que los Warriors siguieran siendo un equipo perdedor. La llegada de un muy buen ala-pívot ofensivo como David Lee y la gran progresión defensiva de Andris Biedrins, todo ello unido a un mejor banquillo, consiguió que los Warriors lograran un mejore récord de temporada regular, pero no solucionó sus problemas para competir.

A mediados de la temporada pasada los directivos de la franquicia de Oakland tomaron una decisión difícil: traspasaron a Monta Ellis, su jugador franquicia, a los Milwaukee Bucks. Las razones principales fueron la sorpresa que supuso el joven escolta Klay Thompson, elegido en el draft de 2011 por los Warriors, más alto y con mejor físico que Ellis y con potencial para convetirse en un gran tirador. Otra de las razones era la probada incapacidad de Andris Biedrins para anotar con consistencia y formar una buena pareja ofensiva con David Lee. También traspasaron al decepcionante Kwame Brown y a Ekpe Udoh, muy prometedor pero demasiado defensivo para el perfil de la franquicia, orientada cada vez más hacia el ataque. Obtuvieron a Andrew Bogut, al que las lesiones no han dejado convertirse en la estrella que se preveía iba a ser y también al histórico del equipo Stephen Jackson, al que cambiaron a San Antonio por Richard Jefferson.

Finalmente, en el draft de éste año los Warriors eligieron al prometedor alero Harrison Barnes, al pívot Festus Ezeli y a Draymond Green, jugadores jóvenes y con proyección de cara al futuro (sobre todo Barnes) que aspiran a formar, junto a Bogut, Lee, Curry y compañía un bloque ganador.

Éste será previsiblemente el quinteto titular:

Base: Stephen Curry

Si a Curry lo respetan las lesiones podría llegar a convertirse en uno de los mejores bases de la NBA. Hoy por hoy ya es un muy buen base anotador que aúna dos grandes cualidades como son el tiro exterior y la visión de cancha, siendo capaz de anotar compulsivamente y de soltar el balón cuando es necesario. El aspecto en el menos destaca es la defensa, más por físico que por fundamentos o dedicación, pero es capaz de robar el balón y molestar al jugador defendido, siendo más eficaz impidiendo o dificultando la recepción de balón por parte del oponente que frenándolo a la hora de penetrar o punteando el tiro. Sin embargo, estos problemas defensivos no deberían pasarle factura en un equipo tan ofensivo como Golden State.


Escolta: Klay Thompson

Thompson dejó muy buenas sensaciones la temporada pasada, su primera en la liga, tanto como suplente de Monta Ellis como de titular en 29 partidos. Exelente tirador, superó el 40% de media en triples y tiros de campo. Pero Thompson no solo tira: es capaz de aguantar a un rival en la penetración, de defender el perímetro, de pasar la pelota, crea su propio tiro y no suele ser egoísta con el balón. No es demasiado fuerte ni demasiado atlético, pero técnicamente es excelente y ha probado ser un anotador muy competente para la poca experiencia que tiene en la élite. Magnífica elección de draft de los Warriors que les ha permitido adquirir un buen pívot en ataque sacrificando a su jugador franquicia sin que el riesgo de fracaso sea demasiado elevado.


Aleron: Harrison Barnes

Físico perfecto para jugar al baloncesto, buena altura para la posición, buenos fundamentos técnicos, un drible decente, un prometedor tiro en suspensión ya desarrollado pero susceptible de mejorar y una capacidad de anotar y rebotear fuera de toda duda: eso es Harrison Barnes, jugador en el que los Warriors tienen puestas la mayor parte de sus esperanzas. Desde Oakland se espera que el jugador finalmente desequilibre la balanza que para hacerlos pasar de ser un equipo perdedor a uno ganador. Y no es para menos. Repasando lo que llevamos de quinteto titular hasta ahora, uno se da cuenta de que los Warriors han decidido pasar de los veteranos para crear un equipo jóven, sin prisas, con ilusión y ambición, capaz de hacer que las cosas cambien. Y Barnes podría ser la pieza con la que éste comience.


Ala-pívot: David Lee

Una delicia para el aficionado y la demostración viva de que, en una NBA copada por jugadores interiores que son puro físico y cero técnica aún quedan tipos que, sin ser los más fuertes, ni los más rápidos, ni los más ágiles ni tener los brazos más largos pueden desequilibrar la balanza, imponerse en el rebote, pasar con inteligencia o anotar en suspensión o en fade-away en la cara de la bestia física de turno. Allstar en el 2010, Lee combina con una altura mediocre y una capacidad atlética promedio para el puesto una gran capacidad para rebotear, atacar desde el drible, anotar en suspensión, sacar un par buenos movimientos en el poste o pasar con habilidad. Más de encarar que de jugar de espaldas al aro, David Lee es la principal vía ofensiva en la zona de los Warriors, y uno de los grandes aciertos de la directiva de Golden State. Posiblemente este año, junto a Bogut, podamos ver a un Lee más libre para atacar en la pintura.

Pívot: Andrew Bogut

Elegido en el primer puesto del Draft de 2005, no ha cumplido las expectativas no por falta de talento o de ganas, sinó por las lesiones. Muy alto, buen taponador, muy buen defensor, buen reboteador, buen pasador y, sobre todo, excelente jugador en el poste, Bogut tiene todo lo que se necesita para triunfar en la NBA, pero las lesiones lo lastran y hacen que su progresión se frene cada vez que parece que vaya a retomar el vuelo. Si las lesiones lo respetan, podría llegar a formar una pintura temible en ataque para los Warriors, que unida al perímetro del equipo (Thompson, Curry, Barnes..) podría hacer de la franquicia de Oakland uno de los mejores equipos “inside-outside” de la Conferencia Oeste. Si no, tocará volver a ver sus momentos de brillantez con cuentagotas.  

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