Brasil gana un partido muy trabado ante una Australia peleona (75-71).

Segundo partido de los Juegos Olímpicos de Londres y nos encontramos un partidazo en toda regla, ya por la calidad de las plantillas como la potencia de los equipos en conjunto se preveía un gran encuentro entre dos equipos favoritos a estar en una posición muy alta en este torneo.



El primer cuarto empezó muy trabado, con ambos equipos respetando al rival y realizando un juego muy duro, sin encontrar el acierto exterior pero trabajando fuerte en la pintura. Dellavedova y Patrick Mills lideraban a la selección australiana en los primeros minutos anotando 12 de los 20 puntos del equipo de Oceanía. Los brasileños mostraban un juego muy eficaz en ataque pero se veían por debajo en el marcador tras los primeros diez minutos.


El segundo cuarto empezó con un desacierto increíble por parte de los dos equipos y en los primeros 3 minutos solo habían anotado una canasta, Baynes, el australiano sería decisivo en el cuarto para que el equipo no se fuera del partido ya que de la mano de los ex-jugadores ACB Varejao y Splitter Brasil se adelantaba en el segundo cuarto hasta el 28-24.
Baynes seguía dando vida al equipo australiano y pese al triple de Machado y los tiros libres de Huertas y Splitter acabaron la primera mitad con el resultado de 36-35 a favor de los brasileños.


A partir de la segunda mitad el arbitraje empezó a cambiar y habían decisiones arbitrales que perjudicaban a ambos equipos y eran bastante tontas por decirlo de alguna manera. Faltas antideportivas inexistentes y demás lanzaban a Brasil que se aprovechaba de una Australia bastante apagada y con un parcial de 11 a 2 en los primeros minutos pusieron el partido muy costa arriba para los Australianos.
Patrick Mills lo intentaba, pero el poco acierto exterior del base hacía inutiles sus esfuerzos. 
A 4:13 para el final del tercer cuarto un tiempo muerto australiano despertó a jugadores como Newley que demostró su potencia y a David Andersen que con jugadas marca de la casa acercaba un poco a Australia.


El último cuarto fue un recital más del mago del balón Marcelinho Huertas que hacía jugar a su equipo a las mil maravillas. Los arbitros seguían haciendo cosas muy raras y no dejaba que el partido transurriera con naturalidad. Los brasileños seguían jugando su partido y poco a poco se alejaban con canastas de Barbosa, Varejao y Huertas. Pero a falta de 4 minutos para el final del encuentro dos triples de Ingles y Andersen ponían a Australia mas cerca de Brasil que nunca. Ingles quiso ser el protagonista, pero la poca cabeza de Mills, unida a el magistral juego de Huertas dejó el partido para Brasil.