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jueves, 10 de mayo de 2012

De Brasil a Donostia para seguir creciendo.

Raul Togni Neto (Raulzinho Neto), jugador brasileño del Lagun Aro de 19 años, aún tiene toda su carrera por delante, con esa juventud, aún queda todo por conseguir.
Sus cualidades como jugador son la rapidez, la explosividad, gran manejo del balón, mucha facilidad para asistir y para crearse su propio tiro, un gran primer paso y un gran físico.

Este base jugó toda su infancia en el club brasileño Pitagoras/Minas Tenis Club, y firmó una gran temporada en su último año en Brasil con un promedio de 12.6 puntos y 2.6 asistencias, pero en agosto de 2011 ficha por 5 años con el Lagun Aro, siendo este el contrato por más tiempo firmado por este club.

El dorsal número 8 del equipo vasco ha firmado una magnífica temporada. No ha faltado en ningún encuentro, fue duda para el partido contra el Unicaja de Málaga, por un pequeño esguince en su tobillo izquierdo en el partido contra el Estudiantes de Madrid, pero solo quedó en un susto.
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Juega una media de 18 minutos por partido, promediando 5.9 puntos por partido (24% en tiros de tres, 49% en tiros de dos y 74% en tiros libres), 1.9 rebotes, 2 asistencias, 1.1 recuperaciones, para una media de valoración total igual a 5.

Cabe destacar el encuentro que disputó Raul ante el CAI Zaragoza, en el que ayudó a remontar al Lagun Aron, un partido que todo el equipo veía perdido. Con un 62-56 en contra firmó un último cuarto inmaculado, defendió y atacó hasta remontar el equipo al 77-86 al final del partido.


Asistencias, dos más uno, robos de balón y tiros libres, lo llevan a la cumbre. Acabó con un total de 6 puntos, 2 rebotes, 3 robos, 2 faltas recibidas, 1 asistencia y 12 de valoración, solo en el último cuarto, para un total de 14 puntos, 4 rebotes, 5 recuperaciones, 3 asistencias, 4 faltas recibidas y 19 de valoración. Descansando solo 8 minutos de los 40 de juego.

Sin duda el suyo es un juego explosivo, difícil de parar y rápido como un rayo. Desde luego a ningún base de la Liga Endesa le gusta retarse con este joven pero maduro jugador, con sus magníficas cualidades para romper en el primer paso o dejar una bandeja en el cinco contra cinco.


Niño prodigio, se podría decir, aunque aún le queda todo por demostrar, y sea joven, tiene un largo camino detrás de él que a muchos jugadores les hubiera gustado tener a esa edad.
Lo único que le queda por conseguir, aparte de títulos, es hacer madurar su juego, y sabemos que con su capacidad para mejorar y aprender, y con ese gran entrenador que tiene, pronto lo conseguirá.


Nos quedan por disfrutar cuatro años, mínimo, de su maravilloso juego en la Liga Endesa. Esperemos que tenga pensado quedarse por aquí algunos años más.

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