El chico de los pases imposibles, de los triples a un pie, de las canastas ganadoras, o simplemente… Marcelinho Huertas.Marcelo Tieppo Huertas, nacido en Sao Paulo empezó a jugar en las categorías inferiores del Paulistano Sao Paulo en Brasil, donde debutaría profesionalmente en 2001 con éste equipo de la Liga Brasileña (NBB). Un año después de debutar, firmó por el Pinheiros, con el que estuvo una temporada, para luego volver al Sao Paulo y dar el salto a Europa un año después, fichando por el DKV Joventut de Jordi Villacampa, en la Liga ACB.
En su primer año (2004/05) coincidió en una plantilla con gente como Álex Mumbrú, Paco Vazquez o Venson Hamilton donde promedió 7 puntos y 2 asistencias por partido. Ésto le hizo ser convocado por la Selección Brasileña y llevarse el oro en la Copa América ganando en la final a Argentina 100-88. En su segunda temporada en Badalona, igualó sus promedios del año anterior teniendo a Elmer Bennett como pareja en la dirección verdinegra y una estrella emergente a su lado como Rudy Fernández, que llevó a la Penya a ganar la Eurocup.
En su tercera temporada bajó sus números a 5 puntos y 2 asistencias por partido, también perjudicado por otra de las estrellas emergentes de la Penya que ahora está en los Wolves, Ricky Rubio, pero a la vez el Paulista daba muchos destellos de calidad, cosa que no pasó desapercibido para algunos clubes ACB, y que le hizo volver a la Selección Brasileña para ganar el oro en los Panamericanos 2007. En la 2007/08 El Iurbentia Bilbao Basket fue el club que consiguió la cesión de Huertas, con un Txus Vidorreta mostrándole total confianza dándole la batuta del equipo, cosa que le llevó a doblar sus números y acabar en el quinteto ideal de la ACB con 15 puntos y 4 asistencias por partido, jugándose los momentos calientes y demostrando que su salto a Europa no fue en vano.
Debido a su gran temporada en Bilbao, varios equipos europeos pusieron sus ojos en su magia, y el Fortitudo Bolonia fue el que se llevó el gato al agua. Éste equipo hecho a golpe de talonario con nombres también como Papadopoulos no salió todo lo bien que esperaban, descendiendo a la LegaDue y que Marcelinho no podía permitirse. En la 2009/10, el Caja Laboral pierde a uno de sus buques insignia, Pablo Prigioni, cosa que hacen a los directivos Baskonistas moverse rápido y traer a un terremoto que hace 2 temporadas, a escasos 70 kilómetros ponía la ACB patas arriba. En su vuelta a la ACB tenía la alargada sombra de Prigioni, cosa que le hizo jugar una campaña muy irregular y no estar lo suelto que a él le gustaría. A pesar de ello, acabó el año con 9 puntos y 5 asistencias, y uno de los fijos del TOP 3 de la ACB.
Ya en la 2010/11 a Huertas se le veía más suelto por la pista, olvidando ya la sombra de Prigioni y saliendo de nuevo la magia en modo de 10 puntos y 6 asistencias por partido, haciendo un juego alegre, jugándose los balones calientes, marcando el ritmo de partido que él quería. Acabó ganando la Liga ACB, como máximo asistente, e incluido en Quinteto ideal. En la 2011/12 Ricky Rubio decide dar el salto definitivo a la NBA, dejando al Barça solamente con Víctor Sada como único directo de juego. Joan Creus viendo lo que era capaz de hacer, se lo trajo a Barcelona, eso sí, Huertas abonando los 1,8 millones de euros de cláusula de salida.
Vino como un fichaje del relumbrón, intentando olvidar a un crack como es Ricky, pero el estilo de juego de Xavi Pascual, muy estático, con apenas contraataques ni transiciones rápidas, cosas que no benefician al juego de Marcelinho, hacen que el aficionado culé dude de la valía del Brasileño dirigiendo a un equipo que aspira a todo. A pesar de ello, una canasta a un pie desde medio campo sobre la bocina contra el máximo rival, igualando la eliminatoria y a la postre, ganar la ACB, Huertas acaba por ganarse el cariño del Palau y terminar con unos dignos 8 puntos y 3 asistencias por partido.
Ahora en la actualidad, 2012/13 Marcelinho parece que ya se está entendiendo con Xavi en la manera de ver el juego y su mentalidad en la que “Los partidos se ganan por la defensa” y se le ve más suelto en ataque, sacando sus recursos ofensivos a la luz y tirando del carro cuando Navarro, Lorbek y compañía no tienen su mejor día. A pesar de los altos y bajos, de momentos buenos y no tan buenos, no dejará de ser ese chico ilusionado en crear ilusiones a sus aficionados, con esa magia, la Magia Brasileña.