Para
remontarnos al comienzo de la Generación Dorada en Argentina, primer
deberíamos pensar a qué se le llama así. Seguramente, por la
medalla de oro obtenida en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
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Sin
embargo, también podemos llamar a así a una camada de jugadores de
gran talento, que no sólo eran aproximadamente de la misma edad,
sino que también se daba la coincidencia que muchos jugaban en
distintas posiciones.
Esta
generación de jugadores marcó un punto de inflexión en la historia
del básquetbol argentino, ya que el deporte internacional miraba con
distintos ojos a al país latinoamericano.
No
todo son flores, si bien la GD surge en esos JJOO, los jugadores y
cuerpo técnico admiten que nació antes. Pero con una derrota que
fue vital para las ganas de revancha de los jugadores. Y esto es el
subcampeonato mundial 2002 que se llevó acabo en Indianápolis,
Estados Unidos.
La
derrota con Yugoslavia en la final fue un golpe bajo para la
selección de Rubén Magnano y para todos los jugadores. Sin embargo,
esta experiencia les sirvió a los jugadores para fortalecerse y
poder triunfar dos años después.
Las
victorias ante EE.UU.
Una de las cosas que más hizo resaltar a Argentina tanto en el
mundial 2002 como en los JJOO de 2004, fue ganarle a Estados Unidos.
Al “Dream Team”, algo que hasta ese momento parecía imposible.
Si
bien en esta camada de jugadores había grandes estrellas y muchos
NBA, Emanuel Ginobili, fue el destacado. Llegar a la NBA junto con
esas dos competencias en el seleccionado cambió la imagen que tenía
Argentina en el básquet. Ser potencia. Ser respetado.
Una
última cosa a destacar es la importancia que tiene el entrenador
Guillermo Vecchio ya que fue él quien dirigió a estos jugadores
cuando eran juveniles. Fue él quien metió en la mente de los
jugadores el progreso, el deseo a superarse, el ganar, el querer y
poder, una mentalidad ganadora.
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nota: Argentina en los JJOO y medalla dorada histórica.