El impulsivo Draymond Green, amo y señor del trash talking en la NBA, ha sido detenido tras una pelea en un restaurante.
Patadas, conductas antideportivas y partidos de suspensión han perseguido a Draymond Green durante los últimos PlayOffs, dejando en un segundo plano sus números extraordinarios. Al borde del triple-doble en cada partido, Green es el único pívot que aparece en el Top15 de asistencias de la NBA. Sin embargo, estos guarismos han pasado desapercibidos por su díscolo comportamiento en la cancha. En apenas un año ha visto como sus minutos se multiplicaban y la presión sobre él aumentaba. Ahora es un jugador imprescindible en los Warriors y sabe que tiene que controlar su conducta. Sus patadas a destiempo, sus enfrentamientos con Lebron, acarrearon una suspensión que, a la postre, fue decisiva. ¿Hubieran ganado el anillo si Draymond hubiera jugado el quinto partido? Nunca lo sabremos.
Seleccionado entre los 12 que defenderán título en los próximos Juegos Olímpicos de Río´16, Draymond está disfrutando de sus vacaciones hasta que comience la concentración del Team USA. En el Estado de Michigan, donde cursó sus estudios universitarios, se ha visto envuelto en una pelea y detenido bajo los cargos de agresión, saliendo de prisión a las pocas horas tras el pago de una fianza de 200 dólares, apunta la ESPN. El 20 de julio se leerá el juicio y de ser declarado culpable podría enfrentarse a una pena de 93 días de cárcel y una multa de 500 dólares.
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