Una vez finalizada la jornada regular, donde ha habido mucha emoción e igualdad, se ha vuelto a vivir dos nuevos dramas tras consumarse los descensos deportivos del Movistar Estudiantes y el RETAbet.es GBC. La temporada de estos equipos ha tenido de todo y es por eso, que toca analizarlo.
La situación del RETAbet.es GBC y del Movistar Estudiantes se puede considerar muy pareja a nivel deportivo: los donostiarras suman su tercer descenso en los últimos cuatro años y los estudiantiles sufren su segundo descenso en el mismo tiempo.
Igual de similar son sus motivos: una temporada irregular donde no han tenido fortuna en los momentos clave de la temporada, plantillas incompletas al inicio de la temporada que con el paso de ella se ha ido completando, las destituciones de los entrenadores de los dos equipos (Ponsarnau y Ocampo) y movimientos inesperados, como son los casos de Travis Wear o Ivan Johnson por el GBC o la de Tony Mitchell para el Estudiantes. Eso conlleva a descender de categoría, para los donostiarras en la J31, a pesar de finalizar con dos victorias y cerrando el balance en 7-27, y la de los madrileños, cayendo en la pista del GBC tras un parcial de 15-0 en los últimos tres minutos de juego que no supieron reaccionar.
Creo que no es el momento de echar culpas a nadie, ni al rendimiento de los equipos ni a la gestión de la directiva durante esta temporada. Toca hacer autocrítica de lo sucedido en los últimos años para no volver a caer en la misma piedra y volviendo a decepcionar a ambas aficiones, que siempre han estado en las buenas y en las malas.
Todavía no se sabe si los ascendidos a LEB Oro jugarán en la ACB, pero en caso de que no suceda, es buen momento para cambiar la dinámica, coger aire fresco y relanzar dichos proyectos con otra perspectiva, otra filosofía: "renovarse o morir".
¿Cantera? ¿Apostar por un equipo joven? ¿Lograr el ascenso de inmediato? Ese tipo de preguntas es lo que se debería hacer ahora si quieren volver a ilusionar y creer en estos clubes de que se puede volver con mucha más fuerza a la élite.
Ante esta situación, sólo se puede decir que toca analizar lo sucedido y volver a levantarse, si estos clubes quieren realmente apostar por su proyecto deportivo.
Igual de similar son sus motivos: una temporada irregular donde no han tenido fortuna en los momentos clave de la temporada, plantillas incompletas al inicio de la temporada que con el paso de ella se ha ido completando, las destituciones de los entrenadores de los dos equipos (Ponsarnau y Ocampo) y movimientos inesperados, como son los casos de Travis Wear o Ivan Johnson por el GBC o la de Tony Mitchell para el Estudiantes. Eso conlleva a descender de categoría, para los donostiarras en la J31, a pesar de finalizar con dos victorias y cerrando el balance en 7-27, y la de los madrileños, cayendo en la pista del GBC tras un parcial de 15-0 en los últimos tres minutos de juego que no supieron reaccionar.
Creo que no es el momento de echar culpas a nadie, ni al rendimiento de los equipos ni a la gestión de la directiva durante esta temporada. Toca hacer autocrítica de lo sucedido en los últimos años para no volver a caer en la misma piedra y volviendo a decepcionar a ambas aficiones, que siempre han estado en las buenas y en las malas.
Todavía no se sabe si los ascendidos a LEB Oro jugarán en la ACB, pero en caso de que no suceda, es buen momento para cambiar la dinámica, coger aire fresco y relanzar dichos proyectos con otra perspectiva, otra filosofía: "renovarse o morir".
¿Cantera? ¿Apostar por un equipo joven? ¿Lograr el ascenso de inmediato? Ese tipo de preguntas es lo que se debería hacer ahora si quieren volver a ilusionar y creer en estos clubes de que se puede volver con mucha más fuerza a la élite.
Ante esta situación, sólo se puede decir que toca analizar lo sucedido y volver a levantarse, si estos clubes quieren realmente apostar por su proyecto deportivo.
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