De menos a más, Serbia ha demostrado llegar a la hora de la verdad en su mejor momento. Con el talento y la pluralidad por bandera, impusieron su ritmo, controlaron la zona y jugaron a lo que un Teodosic en su plenitud quiso ante una Brasil maniatada e impotente. Los de Djordjevic mandan un aviso.
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El arranque fue demoledor e igualado, donde ambos equipos jugaban con mucho ritmo y lograban acertar sus tiros. El dominio de los primeros minutos lo tenía Serbia, gracias a Milos Teodosic que lideraba al equipo dirigiendo el juego de los suyos y realizando buenas selecciones de tiro (10-9, min 4). Los brasileños se apoyaban en un acertado Marquinhos Veira (con 7 puntos en este cuarto). El resto del cuarto se mantuvo esa igualdad, pero con el dominio de los serbios (21-17).
Tras el primer cuarto, los serbios siguieron dominando a base de defensa y de un ataque más pausado, administrando bien sus opciones de anotar. El liderazgo de Teodosic estaba siendo fundamental para esta selección que llegó a tener una renta superior de los cinco puntos en el ecuador del cuarto (29-23, min 15). La reacción de los de Ruben Magnano fue rápida. La aparición de jugadores como Nene Hilario, Anderson Varejao o Álex García tanto en ataque como en defensa fue fundamental para devolver ese encuentro a esa igualdad de los primeros minutos del primer cuarto (32-32, min 18), pero una pequeña reacción de los Djordjevic dejaba el marcador al descanso con cinco puntos de ventaja (37-32).
Sin embargo, todo cambiaría a la salida de los vestuarios. Conscientes de su gran labor coral, los de Djordjevic pusieron la directa y a base de intensidad se llevaron el partido a su terreno. La 'canarinha' se vería maniatada una vez su rival comenzaba a carburar de la mano de Bogdanovic, Raduljica y la dirección de Teodosic, hasta tal punto de perder los nervios y forzar una doble técnica que sería apuntalada por un parcial de 7-0 para los balcánicos. En un abrir y cerrar de ojos, la contienda había cambiado totalmente. Huertas intentaba liderar la reacción, pero Bogdanovic y un inspirado Krstic terminaban por poner tierra de por medio al término del tercer período. (66-44)
El último cuarto se erigió como el escenario idóneo para terminar rubricar una exhibición abrumadora. Sin perder el hambre y la actitud, Serbia sacó a relucir su repertorio ofensivo sin perder un ápice de dominio y efectividad. Un equilibrio ofensivo implacable que se vería reflejado en un acierto que acababa por sepultar a una Brasil rendida y sin gasolina, impotente ante las continuas acometidas del rival y su escasa producción interior, que no hizo sino menguar aún más sus posibilidades en un encuentro que no cambio de dueño. Un triunfo con el que dar un golpe sobre la mesa y demostrar que luchar por las medallas no es una utopía. (84-56)
BOXSCORE
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El último cuarto se erigió como el escenario idóneo para terminar rubricar una exhibición abrumadora. Sin perder el hambre y la actitud, Serbia sacó a relucir su repertorio ofensivo sin perder un ápice de dominio y efectividad. Un equilibrio ofensivo implacable que se vería reflejado en un acierto que acababa por sepultar a una Brasil rendida y sin gasolina, impotente ante las continuas acometidas del rival y su escasa producción interior, que no hizo sino menguar aún más sus posibilidades en un encuentro que no cambio de dueño. Un triunfo con el que dar un golpe sobre la mesa y demostrar que luchar por las medallas no es una utopía. (84-56)
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