Marvin Barnes, exjugador de Boston Celtics y Detroit Pistons entre otros equipos, fallecio ayer, con 62 años. La carrera de este talentoso jugador, se vio truncada por diferentes adicciones, la más conocida la de la droga, que no le permitieron despuntar en la mejor liga del mundo.
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“Marvin siempre será recordado como uno de los más grandes jugadores que ha dado nuestro centro” afirma el director de la universidad de Providence, donde destacó en la NCAA. Poco después dio el salto a la ABA, promediando 24 puntos y siendo nombrado rookie del año. Estas cifras, fueron claves para su salto a la mejor liga de baloncesto del mundo, la NBA.
El jugador apuntaba muy alto, pero había algo que podía con su talento, su adicción a la cocaina. De un jugador capaz de ser el jugador franquicia de muchos equipos, pasó a ser un jugador talentoso, que aportaba muy poco en cancha. 9.2 puntos, 5.5 rebotes, 1.5 asistencias y 1 tapón fueron sus estadísticas por partido en la NBA. El mismo reconocía que era adicto, y que sentía vergüenza de ello. “Llegué a consumir cocaina en el banquillo, durante un partido, mis compañeros se apartaron de mi, y yo me tapaba con una toalla”.
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