Clímax. La final de la Copa del Rey fue la guinda del pastel a cuatro días de puro baloncesto. Fue un partido igualado y muy reñido con ápices de tensión típicos de un clásico. Hasta el final no se decidió nada. Brad Oleson puso al Barça uno arriba a falta de 8 segundos pero Llull, en el último segundo, a falta de una décima, dio la victoria al conjunto de Pablo Laso.
Foto: eldia.es |
Un inicio con mucho respeto e igualdad, así empezó la final de la Copa del Rey en Málaga. El Barça jugando por dentro con gran acierto de Tomic y Lorbek y el Madrid aprovechando el estado de gracia de Mirotic y Rudy. Los azulgranas aguantaban los primeros 10 minutos con una buena defensa y gran concentración ofensiva, sin perder balones (15-16).
Sada frena al Chacho
Entraba el Chacho Rodríguez y los azulgranas activaban el plan Víctor Sada. El base no jugó ni un minuto ante Valencia y salió para defenderlo. Con éxito. El base canario no corría ni repartía juego y el Madrid se resintió. Estaba un poco huérfano en ataque tirando de las individualidades de Rudy y Mirotic. Los azulgranas, por su parte, basaban su juego en Tomic (31-31, min 15).
Abrines irrumpía desde el banquillo con dos triples importantes que respondían a los intentos del Madrid de romper el partido. A diferencia de los otros partidos de Copa, los blancos no solo no conseguían escaparse, sino que los azulgranas se iban al descanso ganando 42-38 con un gran juego colectivo y una concentración absoluta.
Datos al descanso:
Pérdidas: Barcelona 1, Real Madrid 9.
Valoración: Barcelona 43, Real Madrid 43.
Tiros de 3: Barcelona 3 de 11, Real Madrid 3 de 8.
El Madrid reacciona
El Madrid salía mucho más enchufado en la segunda mitad con un Rudy inspirado desde la línea exterior. Tomic se estancaba en la faceta ofensiva y aparecía Marcelinho Huertas para mantener el equilibrio en el marcador. Los blancos intentaban escaparse pero los de Xavi Pascual lo impedían.
Justo antes del último cuarto había el primer pique de la final entre Tomic y Slaughter, sin ir a mayores. Lorbek sumaba para el Barça y el Chacho aparecía para poner uno arriba a los blancos antes de dar paso a la batalla final (59-60).
Final de infarto
En el último cuarto llegaba la hora de la verdad, el momento de decidir quién se llevaba la Copa. Era el momento de los grandes y Nikola Mirotic se encargaba de liderar el ataque blanco y ponerse siete arriba a dos para el final (66-71). Un Barça más ofuscado en ataque y un Madrid crecido con el apoyo del Martín Carpena parecían tener todo sentenciado.
Pero lo mejor estaba por llegar. Oleson iba a sacar el orgullo y con un 2+1 a falta de 8 segundos para el final ponía uno arriba a los azulgranas. Sin tiempo muerto, el Chacho corrió al ataque, dobló la pelota a Llull y sin que le temblase la muñeca anotó una gran canasta a falta de una décima para el final.
El Barça no pudo revalidar el título y el Madrid es el nuevo rey de copas sumando su vigésimocuarto título.
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