En Oakland quieren repetir lo cosechado en la pasada campaña y tras la llegada de Iguodala, Harrison Barnes o Klay Thompson, grandes revelaciones de antaño, podrían verse relevados al banquillos y perder minutos de juego. Algo que, por lo que parece, no les importa demasiado.
Mark Jackson parece haber dado con la tecla y todos los jugadores se sienten importantes y saben adoptar un rol concreto siempre y cuando sea por el bien del equipo. Barnes antepone el equipo a su juego: “Ganar partidos es lo más importante para mi”, destacó Barnes al San Jose Mercury News. “Puedo imaginar muchos problemas peores. Siento la confianza en este equipo y hasta donde podemos llegar. No importa si soy titular o empiezo desde el banquillo, creo que tenemos la oportunidad de conseguir algo serio en playoffs”, explicó.
“Me tomó unos cuantos partidos acostumbrarme a ello porque había sido titular toda mi vida”, dijo Thompson. “Una vez que me acostumbré y encontré mi ritmo no era nada para mi. Todavía puedo ser un gran jugador de banquillo”, agregó.
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