Se acerca el final de la carrera de un jugador que ha
encandilado a los fans de la mejor liga
del mundo durante los últimos 15 años. Uno de los últimos jugadores que quedan
de aquel talentoso draft del año 1996. El quinto jugador en haber llegado a las
10.000 asistencias en la historia de la liga. Estamos hablando, como no, del
inigualable Steve Nash.
Steve Nash es el perfecto ejemplo
de que las apariencias engañan. Sobre todo físicamente. Rozando los 40 años,
blanco, delgado, se podría decir que el canadiense no tiene pinta de jugador de
baloncesto. Pero ahí radica precisamente el merito por el que se sigue
considerando al bueno de Steve entre los mejores bases de la liga. A sus 39
años sigue dando clinics día si y día también, demostrando que el trabajo, el
esfuerzo, y el talento por supuesto, son cualidades que pueden congeniar en un
mismo sujeto.
Sin embargo, las carreras
deportivas se acaban, y a la de Nash, desgraciadamente, no le quedan demasiados
años. El pasado verano, se confirmó el fichaje del canadiense por el equipo
angelino de los Lakers, tras desechar ofertas como la de los Knicks, o la de
los Raptors, el equipo de su tierra. Se unía a un proyecto que le podía dar lo
único que le faltaba en su longeva y exitosa carrera, el ansiado anillo de
campeón. Es imposible no contar como aspirante al título a un equipo formado
por Nash, Bryant, Gasol y el estelar pívot Dwight Howard.
Pero todo lo que podía salir mal ha
salido mal. Lesiones, problemas para encontrar cada uno su rol y una larga
lista de más desgracias que han ocurrido en el conjunto angelino. Ésta era,
posiblemente, la última oportunidad para lograr tan ansiado trofeo, más tras la
posible marcha de Howard dirección Houston (sin confirmación oficial al cierre
de este artículo). El legendario base se unirá con seguridad a la lista de
grandes jugadores que no consiguieron el anillo, entre los que se encuentran
Charles Barkley, Karl Malone, John Stockton, Pat Ewing y Reggie Miller entre otros.
Así es el baloncesto. Algunos ganan tanto y otros tan poco… Mi opinión es que
el baloncesto le debe un éxito colectivo a Steve. El base ni siquiera a
conseguido llegar a unas finales por el título, tras perder en varias ocasiones
contra Spurs y Mavericks en las rondas previas.
Tras analizar la mala suerte que ha
tenido colectivamente, ahora vamos a pasar a lo bueno. MVP en los años 2005 y
2006 cuando vestía la camiseta de los Suns, 8 participaciones en el fin de
semana de las estrellas (dos veces como titular), 7 veces elegido en uno de los tres mejores
quintetos de la temporada, 2 veces ganador del concurso de habilidades del All
Star, 5 veces máximo asisente de la temporada y un largo etcétera que nos
podría llevar horas numerando los multiples éxitos de este jugador. Un base de
la vieja escuela, maestro en la ejecución del pick & roll, y gran tirador.
Hay que añadir a todo esto la bestial capacidad de hacer mejores a sus
compañeros que ha tenido durante su carrera, ya que algunos jugadores, como
Jared Dudley por poner un ejemplo, le deben, entre comillas, un 50% de su
sueldo como mínimo. También hay que
decir que es uno de los peores defensores de la NBA.
Dentro de todas estas cualidades, mi
favorita no es su habilidad de pase, sino el esfuerzo y la perseverancia. Por
eso me gustó mucho una frase que dijo en una entrevista que concedió nada mas
fichar por los Lakers, que venía a decir lo siguiente:
“Si llegado el
momento no consigo ganar el título estaré triste, pero a la vez contento por que he tenido una gran carrera. He
disfrutado jugando, con mis compañeros, compitiendo, entreteniendo a la
gente…Por lo que si no lo ganó no será el fin del mundo y podré mirar mi
carrera y sentirme orgulloso de lo que he conseguido. Pero al mismo tiempo
lucharé hasta el último momento por ganar.”
Además de eso, es un tipo extrovertido
y amable con el público. De esos que, como Gerrard o Lampard en el futbol, es
muy difícil de odiar. Ha marcado una época en Phoenix, ciudad que verá dentro
de unos años su número 13 colgado en lo alto del pabellón. Por eso, quiero
expresar desde aquí la admiración que siento por este jugador, al que deseo la
mejor de las suertes en lo que le resta de carrera y fuera de las canchas sobre
todo.
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