El Unicaja de Málaga ha ofrecido una mala imagen esta noche en el Martín Carpena en un partido en el que ni el equipo malagueño ni su rival, el Alba de Berlín, se jugaban absolutamente nada. Sin embargo, tras las declaraciones ofrecidas por Jasmin Repesa ayer a los medios en las que afirmaba que no importaba el resultado pero sí la imagen, el Unicaja no hace más que volver a decepcionar a propios y extraños con su mal juego.
El partido comenzaba con los alemanes dominando sin demasiadas dificultades tanto en la pista como en el marcador, y anotando con una facilidad pasmosa ante la desgana de una defensa local que hacía aguas por todos lados. Tras un breve intercambio de canastas al principio del partido los berlineses alargaron las distancias en el marcador gracias a una defensa efectiva que ahogó la poca inspiración ofensiva que le quedaba al equipo dirigido por Jasmin Repesa. A partir del séptimo minuto del cuarto los visitantes se dispararon en ataque y de la mano de un Derrick Byars que terminaría el cuarto con ocho puntos consiguieron terminar el primer periodo con una ventaja de once puntos (13-24).
El segundo cuarto fue más de lo mismo: el juego interior de Unicaja, casi inexistente, no pudo frenar las embestidas de un Alí Traoré que se hizo amo y señor de la zona con nueve puntos en todo el cuarto. El equipo local trataba de forzar las cosas desde el perímetro, pero ni Marcus Williams, ni Earl Calloway ni Txemi Urtasun tenían el día, y la cosa se quedó en poco, frente a lo que estaba logrando el equipo visitante, que era anotar con facilidad mediante acciones sencillas de su hombre interior más fuerte. Al final de la primera parte el resultado era de 27 a 40, y el ritmo ofensivo había bajado sensiblemente.
El tercer periodo fue una continuación sel segundo cuarto: el equipo local era incapaz de encontrar la piedra de toque en ataque que le permitiera volver a tener opciones en el partido, y los visitantes se adaptaron a la bisoñez malagueña conformándose con mantener comodamente una ventaja interesante en un partido en el que no había más premio que la victoria. El resultado, 11 puntos de los locales por 12 de los visitantes en un cuarto en el que, además de prevalecer la defensa sobre el ataque, dio también la impresión que la escasez de puntos venía más dada por la desgana de los equipos que por la incapacidad para encontrar opciones en ataque. Txemi Urtasun y Jekel Foster fueron los principales protagonistas del encuentro.
En el último asalto del aciago combate no se vio más emoción que en los tres primeros, y un Unicaja resignado se conformó con mantenerse a diez o doce puntos y desistir de remontar. El Alba, por su parte, tampoco tuvo dificultades para conservar la ventaja, anotando dieciséis puntos frente a los diecisiete del rival. El resultado final 55 a 68 para el equipo visitante, que tuvo al menos el mérito de saber gestionar su ventaja.
El máximo anotador del encuentro fue el escolta del equipo alemán Je'Kel Foster con trece puntos, seguido de los locales Txemi Urtasun y Luka Zoric, con doce cada uno.
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