Enorme manera de comenzar la elimiantoria entre Oklahoma y Lakers para el primer equipo. Los Thunder consiguieron la primera victoria tras un partido muy fácil para ellos, sobre todo en el tercer cuarto. En ese parcial, los Lakers pasaron de defender y se rindieron. A raíz de ahí, partido sentenciado y momento de descansos si es que en los Lakers alguien se cansó. Destacamos a Kevin Durant (25 puntos, 8 rebotes), Russell WestBrook (27 puntos, 9 asistencias y 7 rebotes) y a Harden (17 puntos). Ente estos 3 mataron a Lakers. En los angelinos, partido mediocre de Kobe Bryant (20 puntos, pero con 7 de 18 en TC), Bynum único con buena actitud (20 puntos, 14 rebotes), Pau Gasol muy pequeño ante la defensa de Ibaka (10 puntos, 7 rebotes.). Nuestro Serge Ibaka terminó el choque con 6 puntos, 4 rebotes y 2 tapones, destacando en su buena defensa ante el juego interior visitante.
Y eso que en el primer cuarto las sensaciones no eran nada malas para los Lakers ya que empezaban dominando el choque (6-12) con buenos minutos iniciales de Ron Artest (6 puntos). Andrew Bynum y Russell WestBrook llevaban el peso de sus equipos, pero el acierto local fue superior para irnos al final del primer cuarto 30-23 para OKC. Ventaja que ya no se acortaría.
En el segundo cuarto, antes del descanso fue cuando Oklahoma llegó a una diferencia considerable, y es que ya los Lakers empezaron a mostrar su deficiencia defensiva. Al descanso, la ventaja era de 15 puntos para Oklahoma (59-44).
Tras el descanso, fue en el tercer cuarto cuando vimos la mejor imagen de Oklahoma y la peor imagen de LA Lakers. Tras un sonrrojante parcial en el tercer cuarto de 39-21 en favor de los Thunder, llegábamos al último cuarto con victoria local de 98-68. Un dato curioso y que mostraba la diferencia entre estos dos equipo era que entre Kevin Durant (25), WestBrook (27) y Harden (13) sumaban tan solo 3 puntos menos que LA Lakers.
En el último cuarto ambos entrenadores decidieron dosificar a sus jugadores y el partido terminó con los conocidos "minutos de la basura". En estos minutos, los Lakers maquillarían un poco el serio correctivo que se va a llevar para el recuerdo.
La próxima madrugada de miércoles a jueves tendremos la segunda parte de esta serie, será de nuevo en Oklahoma, y Los Lakers necesitan al menos un buen partido para tener ganas de cara a los choques de Los Ángeles, en cambio, otra paliza de los Thunder dejaría la eliminatoria muy tocada.
Os lo cuenta @Miguelhacha
Y eso que en el primer cuarto las sensaciones no eran nada malas para los Lakers ya que empezaban dominando el choque (6-12) con buenos minutos iniciales de Ron Artest (6 puntos). Andrew Bynum y Russell WestBrook llevaban el peso de sus equipos, pero el acierto local fue superior para irnos al final del primer cuarto 30-23 para OKC. Ventaja que ya no se acortaría.
En el segundo cuarto, antes del descanso fue cuando Oklahoma llegó a una diferencia considerable, y es que ya los Lakers empezaron a mostrar su deficiencia defensiva. Al descanso, la ventaja era de 15 puntos para Oklahoma (59-44).
Tras el descanso, fue en el tercer cuarto cuando vimos la mejor imagen de Oklahoma y la peor imagen de LA Lakers. Tras un sonrrojante parcial en el tercer cuarto de 39-21 en favor de los Thunder, llegábamos al último cuarto con victoria local de 98-68. Un dato curioso y que mostraba la diferencia entre estos dos equipo era que entre Kevin Durant (25), WestBrook (27) y Harden (13) sumaban tan solo 3 puntos menos que LA Lakers.
En el último cuarto ambos entrenadores decidieron dosificar a sus jugadores y el partido terminó con los conocidos "minutos de la basura". En estos minutos, los Lakers maquillarían un poco el serio correctivo que se va a llevar para el recuerdo.
La próxima madrugada de miércoles a jueves tendremos la segunda parte de esta serie, será de nuevo en Oklahoma, y Los Lakers necesitan al menos un buen partido para tener ganas de cara a los choques de Los Ángeles, en cambio, otra paliza de los Thunder dejaría la eliminatoria muy tocada.
Os lo cuenta @Miguelhacha
Publicar un comentario
Déjanos tu opinión sobre lo leído.