Hoy os
voy a hablar del último jugador que queda en el Basket español de esa
generación de estrellas que han estado mucho tiempo en la liga. Bernard Hopkins
nació el 13 de enero de 1973 en Baltimore (EEUU).Mide 197 centímetros y lleva
media vida jugando como profesional en este deporte.
Su carrera de remonta al año 1992, en el que entró en el High School de Hagerstown en la liga universitaria junior. En este instituto se formó durante dos años y en 1994, dio el salto a la universidad. Escogió la de Virginia Commonwealth (VCU) de la que han salido pocos jugadores a la NBA, aunque los más recientes son Eric Maynor y Larry Sanders. Allí ya destacaba por su profesionalidad, pero su baja estatura, 1’97, no le permitió dar el salto a la mejor liga del mundo. Con lo cual, cogió un camino que últimamente está muy de modo entre algunos jugadores americanos, pero que de aquella muy pocos hacían. Se fue rumbo a China, en donde jugó en la temporada 96-97 y en la que destacó, llevándose los premios de Rookie del Año y formó parte del II Equipo de la liga. Este gran rendimiento que tuvo en la liga China le sirvió para fichar por el Gran Canaria.
La temporada 97-98 fue su primera etapa en nuestra liga, y el comienzo de una gran leyenda. Aquí es donde se forjó este 4 luchador y aguerrido. Promediando 20,2 puntos y 8,9 rebotes por partido se convirtió en una de las grandes estrellas de la liga y en un reboteador enorme a pesar de su corta estatura para jugar en su posición.
El siguiente año fichó por uno de los mejores equipos de la competición: el Pamesa Valencia. Bernard, ya consolidado como una estrella de nuestra liga promedió 16,8 puntos y 7,4 rebotes. Estos números le permitieron al Valencia clasificarse para los playoffs, pero cayó eliminado en la primera ronda ante el Caja San Fernando. Este mismo año también llevó al Valencia al subcampeonato de la Copa Saporta. En Valencia, seguiría cuatro años más. Al año siguiente, bajo un poco su producción ofensiva, pero mejoró en defensa. Aunque promedió 14,4 puntos y 7 rebotes por partido, bajo su número de perdidas y de faltas para subir su porcentajes de tiro y su número de recuperaciones y asistencias. Volvieron a jugar playoffs, pero esta vez cayeron en 3 partidos ante el Adecco Estudiantes. Sin duda, lo más destacado de la temporada fue el subcampeonato de Copa del Rey que consiguieron. La temporada 2000-2001 fue más de lo mismo. Promediando 16,7 puntos y 8,6 rebotes, volvió a llevar a su equipo a los playoffs. Pero por tercera temporada consecutiva, fueron eliminados en primera ronda contra el Unicaja de Málaga. En su cuarta temporada en Valencia, Bernard siguió promediando 14,6 puntos y 8 rebotes por partido, volviendo a clasificarse para los playoffs. Pero, como no, volvieron a caer en primera ronda, esta vez ante el TAU Cerámica. Volvieron a jugar la final de la Copa Saporta pero la perdieron, teniendo que conformarse con el subcampeonato. La 2002-2003 sería su última temporada en Valencia, aunque en cuanto a números no fue la mejor. Debido a varias lesiones, promedió 10,8 puntos y 4,3 rebotes por partido, viéndose reducidos sus minutos de juego. Pero este año algo cambió. El Pamesa ganó la Copa ULEB, rompiendo al fin la maldición que tenía en las finales europeas. Y en la liga también rompió otra maldición. El Pamesa llegó a la final, aunque perdieron por 3-0 contra el FC Barcelona.
Después de estos 5 años en Valencia, Bernard volvió a las islas Canarias, aunque esta vez recalaría en Tenerife. Allí volvió a ser la estrella que todos conocíamos promediando 18,6 puntos y 7,9 rebotes. El Tenerife consiguió su objetivo que era la salvación, conseguir un meritorio 10º puesto. Pero la temporada siguiente no fue tan buena como querría. A pesar de que promedio 13,8 puntos y 7,4 rebotes, el Unelco Tenerife no consiguió lograr la salvación, y descendió a la liga LEB.
Al año siguiente se quedó en la liga ACB. La temporada 2005-2006 la jugó en Valladolid. Hopkins siguió a lo suyo, promediando 15,7 puntos y 6,3 rebotes. Esto llevó al Fórum Valladolid a lograr el decimocuarto puesto en la clasificación. En su segunda temporada en la ciudad vallisoletana, promedió 14,5 puntos y 5,7 rebotes por partido, hecho que le llevo a su equipo a la salvación en el último encuentro.
Pero Bernard notó que su carrera llegaba a un declive que los grandes jugadores suelen tener al llegar a cierta edad. Bernard Hopkins decidió jugar en la Leb Oro y el Bruesa GBC, le dio esa oportunidad. Fue vital durante toda la temporada, y promediando 13,1 puntos y 5,9 rebotes, le permitió a su equipo lograr el ascenso a la máxima categoría, que era donde este gran jugador se merecía estar.
A partir de la temporada 2008-2009, Bernard se convirtió en un jugador mas secundario, aunque siguiera aportando y mucho en la sombra. Promediando 9 puntos y 3,6 rebotes en 20 minutos de juego, su equipo consiguió mantener la categoría, con un meritorio decimosegundo lugar. La temporada 2009-2010 bajaron sus minutos y por lo tanto, bajó su aportación al equipo. Promedió 4,2 puntos y 2,8 rebotes, volviendo a conseguir la permanencia. Este mismo año, logró entrar entre los históricos de la ACB, tanto en minutos jugados como en rebotes capturados.
Tras un último año más gris en la liga ACB, Bernard se volvió a embarcar en otro proceso de ascenso de liga Leb Oro a ACB. Su destino fue Santiago. Promediando 8,5 puntos y 3,6 rebotes y volvió a lograr otra vez mas, el ascenso. El Obradoiro, un club pequeño de Santiago que ha sido torturado por problemas legales que se arreglaron 18 años más tarde después de que el club se hubiera disuelto. Santiago se ha convertido en su segunda casa, y la afición está encantado con él. Este año está promediando 2,1 puntos y 1,1 rebotes. El propio jugador todavía no sabe si esta será su última temporada, pero esperemos que no lo sea, y nos siga dando grandes momentos a nuestro baloncesto. Gracias a este tipo de jugadores, la nuestra es la segunda mejor liga del mundo y la mejor de Europa.
Su carrera de remonta al año 1992, en el que entró en el High School de Hagerstown en la liga universitaria junior. En este instituto se formó durante dos años y en 1994, dio el salto a la universidad. Escogió la de Virginia Commonwealth (VCU) de la que han salido pocos jugadores a la NBA, aunque los más recientes son Eric Maynor y Larry Sanders. Allí ya destacaba por su profesionalidad, pero su baja estatura, 1’97, no le permitió dar el salto a la mejor liga del mundo. Con lo cual, cogió un camino que últimamente está muy de modo entre algunos jugadores americanos, pero que de aquella muy pocos hacían. Se fue rumbo a China, en donde jugó en la temporada 96-97 y en la que destacó, llevándose los premios de Rookie del Año y formó parte del II Equipo de la liga. Este gran rendimiento que tuvo en la liga China le sirvió para fichar por el Gran Canaria.
La temporada 97-98 fue su primera etapa en nuestra liga, y el comienzo de una gran leyenda. Aquí es donde se forjó este 4 luchador y aguerrido. Promediando 20,2 puntos y 8,9 rebotes por partido se convirtió en una de las grandes estrellas de la liga y en un reboteador enorme a pesar de su corta estatura para jugar en su posición.
El siguiente año fichó por uno de los mejores equipos de la competición: el Pamesa Valencia. Bernard, ya consolidado como una estrella de nuestra liga promedió 16,8 puntos y 7,4 rebotes. Estos números le permitieron al Valencia clasificarse para los playoffs, pero cayó eliminado en la primera ronda ante el Caja San Fernando. Este mismo año también llevó al Valencia al subcampeonato de la Copa Saporta. En Valencia, seguiría cuatro años más. Al año siguiente, bajo un poco su producción ofensiva, pero mejoró en defensa. Aunque promedió 14,4 puntos y 7 rebotes por partido, bajo su número de perdidas y de faltas para subir su porcentajes de tiro y su número de recuperaciones y asistencias. Volvieron a jugar playoffs, pero esta vez cayeron en 3 partidos ante el Adecco Estudiantes. Sin duda, lo más destacado de la temporada fue el subcampeonato de Copa del Rey que consiguieron. La temporada 2000-2001 fue más de lo mismo. Promediando 16,7 puntos y 8,6 rebotes, volvió a llevar a su equipo a los playoffs. Pero por tercera temporada consecutiva, fueron eliminados en primera ronda contra el Unicaja de Málaga. En su cuarta temporada en Valencia, Bernard siguió promediando 14,6 puntos y 8 rebotes por partido, volviendo a clasificarse para los playoffs. Pero, como no, volvieron a caer en primera ronda, esta vez ante el TAU Cerámica. Volvieron a jugar la final de la Copa Saporta pero la perdieron, teniendo que conformarse con el subcampeonato. La 2002-2003 sería su última temporada en Valencia, aunque en cuanto a números no fue la mejor. Debido a varias lesiones, promedió 10,8 puntos y 4,3 rebotes por partido, viéndose reducidos sus minutos de juego. Pero este año algo cambió. El Pamesa ganó la Copa ULEB, rompiendo al fin la maldición que tenía en las finales europeas. Y en la liga también rompió otra maldición. El Pamesa llegó a la final, aunque perdieron por 3-0 contra el FC Barcelona.
Después de estos 5 años en Valencia, Bernard volvió a las islas Canarias, aunque esta vez recalaría en Tenerife. Allí volvió a ser la estrella que todos conocíamos promediando 18,6 puntos y 7,9 rebotes. El Tenerife consiguió su objetivo que era la salvación, conseguir un meritorio 10º puesto. Pero la temporada siguiente no fue tan buena como querría. A pesar de que promedio 13,8 puntos y 7,4 rebotes, el Unelco Tenerife no consiguió lograr la salvación, y descendió a la liga LEB.
Al año siguiente se quedó en la liga ACB. La temporada 2005-2006 la jugó en Valladolid. Hopkins siguió a lo suyo, promediando 15,7 puntos y 6,3 rebotes. Esto llevó al Fórum Valladolid a lograr el decimocuarto puesto en la clasificación. En su segunda temporada en la ciudad vallisoletana, promedió 14,5 puntos y 5,7 rebotes por partido, hecho que le llevo a su equipo a la salvación en el último encuentro.
Pero Bernard notó que su carrera llegaba a un declive que los grandes jugadores suelen tener al llegar a cierta edad. Bernard Hopkins decidió jugar en la Leb Oro y el Bruesa GBC, le dio esa oportunidad. Fue vital durante toda la temporada, y promediando 13,1 puntos y 5,9 rebotes, le permitió a su equipo lograr el ascenso a la máxima categoría, que era donde este gran jugador se merecía estar.
A partir de la temporada 2008-2009, Bernard se convirtió en un jugador mas secundario, aunque siguiera aportando y mucho en la sombra. Promediando 9 puntos y 3,6 rebotes en 20 minutos de juego, su equipo consiguió mantener la categoría, con un meritorio decimosegundo lugar. La temporada 2009-2010 bajaron sus minutos y por lo tanto, bajó su aportación al equipo. Promedió 4,2 puntos y 2,8 rebotes, volviendo a conseguir la permanencia. Este mismo año, logró entrar entre los históricos de la ACB, tanto en minutos jugados como en rebotes capturados.
Tras un último año más gris en la liga ACB, Bernard se volvió a embarcar en otro proceso de ascenso de liga Leb Oro a ACB. Su destino fue Santiago. Promediando 8,5 puntos y 3,6 rebotes y volvió a lograr otra vez mas, el ascenso. El Obradoiro, un club pequeño de Santiago que ha sido torturado por problemas legales que se arreglaron 18 años más tarde después de que el club se hubiera disuelto. Santiago se ha convertido en su segunda casa, y la afición está encantado con él. Este año está promediando 2,1 puntos y 1,1 rebotes. El propio jugador todavía no sabe si esta será su última temporada, pero esperemos que no lo sea, y nos siga dando grandes momentos a nuestro baloncesto. Gracias a este tipo de jugadores, la nuestra es la segunda mejor liga del mundo y la mejor de Europa.
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