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La Liga Endesa daba comienzo en Madrid con el enfrentamiento regional entre dos clásicos de la competición, Real Madrid y Fuenlabrada, que volvían a verse las caras pocos días después del partido que disputaron ambos equipos en el Torneo Comunidad de Madrid, esta vez en uno de los mejores escenarios deportivos para ver baloncesto en toda Europa, el Palacio de los Deportes de Madrid. El partido se inició con Carlos Suárez anotando la primera canasta de la temporada para el Madrid, tras un gran pase de Sergio Rodríguez, aunque el Fuenla rapidamente puso la réplica, y Penney lograba su primer triple de la temporada en el siguiente ataque. El Madrid buscaba correr, como ya empieza a acostumbrarnos, aunque Sergio Rodríguez dejaba claro que, si la jugada no era muy evidente, el equipo calmaría su juego para atacar en estático. Velickovic comenzó el partido descentrado, cometiendo errores, como una falta en ataque cargando el rebote, una pérdida de balón tras una jugada de dentro-fuera, y una falta en defensa poco necesaria, lo que le llevó al banquillo dando entrada a Mirotic en el partido. El Fuenla seguía defendiendo bien, obligando al Madrid a perder balones, y a Pablo Laso a introducir en el partido a Llull para cambiar la dinámica. Los blancos buscaban a Begic por dentro, lo que les daba rentabilidad, ya que el esloveno estaba aportando buenas jugadas ofensivas, logrando así ganarse cada vez más confianza tanto de sus compañeros, como del entrenador. Suárez ponía al Madrid por delante con un triple (14-13), demostrando que cada vez mejora más en su estado anímico, que era algo dubitativo tras los partidos de pretemporada, y Carroll anotaba sus primeros puntos como madridista tras un rápido contraataque comandado por Llull con un gran pase desde zona defensiva. Entraba Rudy Fernández en la cancha a falta de un minuto para el intermedio entre cuartos, y lo hacía junto a Tomic, uno de los jugadores clave del equipo. El Fuenlabrada seguía en el partido, anotando canastas y no dejando al Madrid adquirir ventajas importantes, aunque los blancos cada vez se iban encontrando más cómodos en el partido. Rudy anotaba un triple estrenándose como merengue, y Laviña hacía lo propio para llegar al final del primer cuarto con ventaja blanca por 24-21.
El segundo cuarto arrancaba con un jugadón espectacular entre Llull y Rudy, que el flamante fichaje del Madrid culminaba con un mate tremendo, poniendo en pie a la grada del Palacio. El Madrid empezaba a correr, a jugar a una velocidad de vértigo, y a cargar de balones interiores tanto a Mirotic como a Tomic. Laso ha conseguido que su equipo sepa equilibrar el juego a la perfección, tanto a la hora de correr, como a la hora de jugar en estático. Sergio Sanchez mantenía a los suyos en el partido (27-24), pero el Madrid seguía sacando provecho gracias al trabajo de sus hombres interiores. La clave para empezar a obtener ventajas importantes para los de Laso, era la rapidez y la intensidad defensiva. Carroll recibió una falta antideportiva, y la ventaja ya ascendía a los 9 puntos (33-24). El Fuenla entraba en problemas a la hora de atacar, perdiendo balones y errando tiros constantemente, mientras que el Madrid iba incrementando cada vez más su ventaja. Felipe Reyes entraba en cancha, y se hacía fuerte bajo los aros a la hora de rebotear. Parece que el rol del capitán va cambiando, disputando menos minutos, pero no así su actitud, siempre luchando y dando el máximo para el equipo. El Madrid obtenía su máxima ventaja (43-26) con 1:50 por disputar. El partido en ese momento entró en un pequeño momento de locura y descontrol, con los dos equipos fallando bajo el aro, y Sené, el pívot del Fuenla, desperdiciando muchos tiros libres. La primera mitad finalizaba con 45-28 para el Madrid, que lograba así una cómoda ventaja para afrontar la segunda mitad.
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